Entre 15 y 20 colectivos se adihieron directamente al manifiesto y muchos más apoyaron la marcha que ayer tuvo lugar en Valencia, a partir de las 12 horas, y de forma simultánea en más de 100 ciudades de Europa, Canadá y Estados Unidos, para exigir vías seguras que garanticen la llegada de los refugiados a Europa.

Casi mil personas recorrieron varias calles de Valencia (desde Sant Agustí hasta la plaza de los Pinazos, pasando por el Ayuntamiento, calle de les Barques, Parterre y Colón, entre otras) para reivindicar que las personas refugiadas no tengan que correr el riesgo y el peligro de cruzar el mar jugándose la vida a bordo de barcas, como explicaba Sami Shihadeh, sirio que llegó a Valencia hace cuatro años.

La movilización «Passatges segurs ja» o «Safe passage», como se ha nombrado en otros países, sirve para mostrar la indignación ciudadana «por el modo en el que las administraciones tratan a las personas refugiadas», afirmaba ayer Salvador Pérez, uno de los portadores de la pancarta de cabecera con el lema «Passatge segur ja!».

Entre los carteles que mostraron algunos manifestantes y las frases que se corearon, había mensajes como «No más muertes en el Mediterráneo» o «No seremos cómplices de esta barbarie», situación que otras personas también calificaron de «genocidio» o «drama».

Se podían leer muchos lemas que criticaban la falta de contundencia de la comunidad internacional. Algunas personas se preguntaban dónde está Europa y el respeto a los Derechos Humanos y criticaban el bloqueo del gobierno de España y la Unión Europea a la llegada de refugiados.

«Todos los convenios [en referencia a los Convenios de Ginebra, que reconocen los derechos de los refugiados y han sido ratificados por la mayoría de países] se utilizan cuando interesan, y cuando no se dejan de lado, miramos a otro sitio...», aseguró Salvador Pérez, y añadió que lo «importante» es «que la ciudadanía alce la voz y los dirigentes sepan que no les vamos a permitir que sigan actuando como están actuando».

El viaje de la vicepresidenta Mónica Oltra esta semana a las islas griegas de Leros y Mytilene fue calificado por la organización como positivo porque «demuestra la voluntad general de la ciudadanía valenciana, de abordar la situación desde un punto de vista humano que no sea pensando únicamente en los privilegios y el bienestar de unos pocos».

Además, algunos manifestantes también mostraron su apoyo a otras causas, como al cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros, las reivindicaciones del pueblo palestino o el derecho a Sanidad Universal. Pero ante todo, un mensaje: «que no se olviden de la imagen del pequeño Aylan en la playa, porque es algo que se está produciendo continuamente», pidió ayer Pérez.

Entre las entidades que estuvieron presentes, había ONG, sindicatos, partidos políticos, plataformas ciudadanas y centros educativos, que en su mayoría dejaron de lado las siglas para «dejar de ser protagonistas» en la petición de una «solución real y humana».