Con enormes globos rojos y blancos, cajas vacías de cerveza y muchos vecinos reunidos, se pudo vislumbrar ayer lo que será la futura plaza de Orriols. Una maqueta a tamaño real de un lugar que los vecinos llevan mucho tiempo esperando y que todos han bautizado como «plaza simulada», toda realizada con materiales reciclables.

El concejal de Participación Ciudadana, Jordi Peris, y la concejala de Parques y Jardines, Pilar Soriano, participaron en esta jornada en la que se mostró la futura imagen de este espacio. El diseño de la futura plaza, elaborado por técnicos del ayuntamiento y la Universidad Politécnica, recoge las nuevas propuestas del barrio «que ha dejado claro que, más que un parque, quiere un lugar de encuentro, como la plaza de un pueblo», afirmaron fuentes del consistorio.

«Se trata de una experiencia de participación ciudadana para pensar y diseñar un espacio público», dijo Jordi Peris. El regidor recordó en el evento que todo empezó con una acción de distintas delegaciones municipales «en el marco de una nueva forma de hacer política que involucra a los vecinos y vecinas con el fin de que tengan el parque que quieren y que responda a sus necesidades». Asimismo, agradeció la participación del vecindario, así como la amplia colaboración ciudadana que ha sido «muy útil y positiva para este proyecto».

En los días previos a esta iniciativa, se realizaron talleres que hicieron unos diagnósticos del barrio y recogieron propuestas de los distintos vecinos que acudieron y que se han mostrado muy contentos con este proyecto. Como Laura , que vive desde hace diez años en Orriols: «La verdad es que me ha gustado el hecho de que nos hayan hecho partícipes de esto. No es lo mismo que una persona diseñe una plaza y la construya y ya está, a que llamen a los vecinos y escuchen nuestras propuestas y encima, hagan un evento tan singular», dijo esta vecina.

Un proyecto bajo el sol

«Ha sido muy emocionante ver como estaba quedando, aunque sí es cierto que hemos pasado muchísimo calor», contaba María una vecina del barrio. El termómetro, que marcaba 30 grados, no dio ayer tregua a los vecinos y voluntarios que se afanaban por terminar la maqueta.

La futura plaza contará con una zona de juegos y un espacio destinado a usos socioculturales, donde se podrán hacer representaciones y conciertos.

También dispondrá de una zona abierta para actividades como ferias interculturales, cines de verano o celebraciones religiosas. Los globos de helio, por su parte, simbolizaban las «futuras zonas de sombra», algo que los vecinos pedían como condición indispensable, ya que el solar carece de árboles y edificios que la proporcionen.