El anillo ciclista no será un simple carril para bicicletas. Será una infraestructura que, por sí sola, se convertirá en una pieza clave para transformar la movilidad de Valencia. La redacción del proyecto „el segundo que sale a licitación tras el frustrado intento del PP„ se ha realizado en primer lugar pensando en ciclistas, pero también en los peatones y en menor medida las motos, mientras que los coches pierden protagonismo en el corazón comercial del cap i casal.

Las bicicletas tendrán un nuevo carril de 4,7 km de longitud que discurrirá por completo por la calzada, lo suficientemente amplio (2,5 metros) para rodar en ambos sentidos y, sobre todo, seguro. Los viandantes serán el segundo colectivo beneficiado, ya que no tendrán que compartir la acera con los usuarios de dos ruedas, ni bicis ni motos. Además, la reordenación de la ronda les permitirá ganar espacio en un lugar tan emblemático como el entorno de plaza de toros. Los coches, sin embargo, serán los grandes relegados al perder un carril para la circulación en toda la ronda interior, mientras que las motos ganarán cientos de plazas de aparcamientos en la principal arteria comercial de la ciudad, la calle Colón. Tanto bus com taxis mantienen el mismo estatus preferente que tenían hasta ahora.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia aprueba hoy el concurso de licitación del anillo ciclista por un importe de 852.469 euros y un plazo de ejecución estimado de 5 meses. Eso significa que, con los preceptivos plazos legales, las obras no comenzarían hasta pasadas las navidades próximas.

Hay que recordar que el PP licitó antes de las pasadas elecciones de mayo el anillo ciclista por millón de euros y con características más modestas „más estrecho„. Sin embargo, el recurso de una empresa paralizó el concurso y el nuevo equipo de gobierno ha aprovechado para remodelarlo por completo.

El nuevo anillo ciclista discurrirá por completo por el exterior de la ronda interior, excepto en el tramo que va del Pont del Real a la calle Colón, donde pasará a ir por el interior de la calle. En Colón se elimina un carril de estacionamiento para ganarlo para las bicicletas, por lo que en esta zona se quedará con dos vías para el tráfico privado y uno para EMT (tres en total, en lugar de las cuatro actuales). Además se pintarán multitud de plazas de aparcamiento para motos con el objetivo de bajarlas de las aceras y la parada de los taxistas pasará a situarse enfrente de la ubicación actual en El Corte Inglés.

En la calle Xàtiva, a la altura con la plaza de Toros, además del carril bici, el tráfico rodado perderá otro carril pegado al coso taurino para los peatones. Estará delimitado por maceteros.

El punto más conflictivo

Sin duda el punto más conflictivo será en la intersección de Guillem de Castro con la calle Jesús, donde existe un túnel que conecta con Ángel Guimerá. Ahí habrá un solo carril para el tráfico rodado y otro para el autobús.

Otro de las zonas importantes será su paso por delante de las Torres de Serranos. Aunque todo el carril bici discurre por la calzada, solo en este punto, y debido al estrechamiento de los carriles para el tráfico, subirá unos metros por la acera. «Es el único punto donde debido a la estrechez hemos tenido que buscar esta solución. Pero aún así el trazado seguirá siendo recto, que es lo que se ha buscado en todo el perímetro. El anterior proyecto era tortuoso por esta zona y molesto para los peatones», explicó Giuseppe Grezzi.

El anillo ciclista ya será compatible con los futuros intercambiados de la EMT. Así prevé la conexión con el que estará situado en la Porta de la Mar. El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, desveló que el bus discurrirá en doble sentido por Navarro Reverter y probablemente por todo el entorno de la Glorieta.

Se calcula que en la actualidad se realizan unos 70.000 desplazamientos en bici. Grezzi cree que con esta obra «vamos a ganar miles de usuarios nuevos». En total la ciudad contará en 2016 con 17 kilómetros de vías ciclistas con una amplitud de 2,5 metros.