Declive y renacimiento de la Milla de Oro de Valencia. Así hemos titulado este reportaje porque esta zona de Poeta Querol ha pasado por unos años de crisis que han hecho salir muchos de sus tiendas de lujo y porque en la actualidad los comerciantes que resisten luchan por superar esta situación y volver a los tiempos de vacas gordas.

Para entender la evolución de esta zona hay que remontarse a los años anteriores e inmediatamente posteriores a la Copa del América de 2007. Al calor de aquel evento y del turismo que se movió durante el mismo, se instalaron o consolidaron en Valencia, concretamente en esta zona, las mejores tiendas de moda del mundo.

Vuitton, Loewe, Salvatore Ferragamo, Cavali, Tommy Hilfiger, Hugo Boss, etc., se convirtieron en iconos y reclamo del turismo de compras y del gran lujo, pero, la crisis tuvo un impacto muy fuerte sobre este tipo de comercio y sobre la zona.

Según fuentes conocedoras del problema, la bajada de clientes, la menor disposición económica de los mismos, el elevado precio de los alquileres y finalmente las mejoras urbanas de otras zonas de la ciudad, concretamente del Ensanche, han hecho que muchas de estas tiendas cierren sus puertas y se trasladen a otros puntos de Valencia con mejores condiciones en todos los sentidos.

Entre estas se encuentran unos grandes almacenes de la calle Colón o la calle Hernán Cortés, que se está convirtiendo en un referente de este segmento de la moda y es zona de gran paso de personas. Ahora, las tiendas de alta gama, entre las que aguantan los Vuitton o Loewe, se ven salpicadas de locales cerrados con carteles de «se alquila» o «disponible», con tramos verdaderamente desoladores.

Pero ese momento crítico parece haber pasado y ahora hay algo que se mueve en la zona. Hay locales en obras, hay movimiento de alquileres y una reconversión general que puede hacer resurgir la todavía Milla de Oro de Valencia.

Rellenar escaparates

Según explicó Laura Gallego, secretaria general de Valencia Excellen, ya se han instalado dos nuevas tiendas (Azabache y Pura García) y hay al menos otros dos locales en negociación, además de una champañería que se instalará enfrente de Loewe. Hay, además, todo un movimiento para acabar con la mala imagen que dan los locales vacíos y los carteles de «se alquila», hasta el punto de que esta asociación ha iniciado conversaciones con los propietarios de estos locales y con las inmobiliarias para que puedan utilizarse los escaparates de los mismos aunque sigan disponibles.

«La calle toda empapelada da muy mal aspecto y a los posibles inversores no les da buena impresión», dijo Gallego, que teme también que el abandono de tiendas acabe deteriorando el barrio.

Y es que la máxima responsable de Valencia Excellen, que agrupa a empresas de todo tipo y de toda la ciudad vinculadas al comercio de alta gama, asegura que el mercado empieza a repuntar y ellos tienen que estar en ese repunte.

Por ello, han hecho mapas de la ciudad con sus comercios para hacerlos llegar a los turistas, quieren aprovechar el tirón monumental del Palacio del Marqués de Dos Aguas y trabajan incluso por «recuperar el brillo» de la Copa de la Reina de vela, un trabajo que califican como «complicado».