El Síndic de Greuges, José Cholbi, ha urgido al Ayuntamiento de Valencia y a la Conselleria de Sanidad Universal a eliminar los ruidos ocasionados por la lavandería del antiguo Hospital La Fe, donde los vecinos que denunciaron llevan "29 años solicitando la insonorización de las instalaciones", según ha informado la institución en un comunicado.

El defensor del pueblo valenciano se ha vuelto a dirigir a las dos administraciones afectadas para "urgirles a extremar al máximo sus esfuerzos para eliminar las graves, reiteradas y constantes molestias acústicas que padece injustamente la persona que presentó la queja y su familia".

El síndic ha señalado que en julio hizo un año que tanto la conselleria como el Ayuntamiento de Valencia aceptaron su recomendación y se comprometieron a adoptar "todas las medidas necesarias para eliminar el grave problema de ruidos generado por las instalaciones de la lavandería del antiguo Hospital La Fe de Valencia, y que injustamente venían padeciendo los vecinos, día y noche, durante casi tres décadas".

En su respuesta, el consistorio informó al Síndic de las diversas visitas de inspección con las respectivas mediciones sonométricas que dieron como resultado que, "efectivamente, los niveles de ruido excedían los límites máximos legales tanto en horario diurno como en nocturno".

Según indica la institución, alguna de estas personaciones de la Policía Local se llevaron a cabo en horario nocturno (a la 1.25 horas de la madrugada), "comprobando que el lavadero se encontraba en funcionamiento, emitiendo un fuerte ruido y siendo claramente perceptible desde la vía pública".

Por su parte, la administración sanitaria, "consciente del problema real de ruidos sobre todo en horario nocturno", comunicó al Síndic las últimas medidas adoptadas a este respecto y las condiciones impuestas a la empresa adjudicataria que ejerce la actividad de la lavandería, "que obliga a finalizar la jornada a las 22.00 horas para dar cumplimiento a las ordenanzas municipales sobre contaminación acústica".

Nueva queja

En diciembre de 2015, el Síndic incidió en el asunto tras comunicar el autor de la queja que no se habían subsanado las deficiencias y que los "fuertes ruidos y molestias continuaban todos los días de la semana (día y noche), a excepción del sábado por la noche, e insistiendo que era precisamente al llegar las horas de la madrugada cuando estos ruidos se hacían insoportables".

El afectado denunciaba que este problema le estaba ocasionando episodios de estrés que le impedían conciliar el sueño adecuadamente y que su mujer estaba "afectada psicológicamente por esta situación, pues es francamente insufrible aguantar día tras día, después de 30 años, una carga ambiental de decibelios incompatible con el descanso y con una convivencia normal".

Respecto a los problemas de ruido, el Síndic reitera, "tal y como vienen declarando los tribunales de Justicia", que la contaminación acústica por encima de los límites legales "incide perniciosamente sobre el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio, así como los derechos constitucionales a la protección de la salud, a un medio ambiente adecuado y a una vivienda digna". Por ello "resulta totalmente ineludible su firme protección por parte de los poderes públicos".

Asimismo, recuerda que, con el objeto de "evitar y minimizar" las molestias acústicas causadas "injustamente" a la ciudadanía, la legislación vigente "habilita a la Administración local y autonómica para que adopte medidas correctoras que pueden ir desde la sanción administrativa, la orden de clausura o cierre del local, hasta la suspensión inmediata del funcionamiento de la fuente perturbadora hasta el momento en el que se corrijan las deficiencias existentes".