Los restos óseos encontrados en una de las puertas de la iglesia de San Nicolás ya han sido extraídos por la empresa eléctrica que llevaba a cabo las obras. Ahora, esos restos, pertenecientes a tres personas adultas, serán catalogados por los profesionales de la Dirección General de Cultura y trasladados a los depósitos del Ayuntamiento de Valencia, donde quedarán en custodia.

Como ya informó este periódico, el pasado viernes aparecieron en una zanja excavada por la empresa Iberdrola los esqueletos de tres personas. Estan justo delante de la puerta de San Nicolás que da a la calle Abadía y los trabajos tenían como objetivo mejorar el alumbrado de la propia iglesia, donde recientemente se han recuperado unos frescos comparables a los de la capilla Sixtina.

Los restos están bien conservados y según todas las fuentes, podrían pertenecer al cementerio parroquial, de la época medieval, que siempre se construía en las iglesias de los siglos XIII y XIV, entre las que está San Nicolás, San Bartolomé o San Esteban.

Fuentes de la propia parroquia explicaron que ayer las obras seguían paralizadas, pero los huesos ya no están allí. Al parecer, la empresa responsable de las obras encargó a un arqueólogo particular que procediera a la inmediata excavación de los huesos y a su retirada. «No era cuestión de dejar allí los huesos todo el fin de semana», dijeron las fuentes.

Necesidad de permisos

Para ello, la empresa debía contar con el permiso de la Dirección General de Cultura, que es la que autoriza este tipo de intervenciones, y haberlo comunicado al servicio de arqueología del Ayuntamiento de Valencia, que es el que en última instancia se encarga de custodiar este tipo de hallazgos.

La duda ahora es si los trabajos de instalación del nuevo tendido eléctrico de la iglesia de san Nicolás podrán seguir adelante con normalidad o quedarán pendientes de algunos trabajos más. Ayer al menos, las obras estaban paradas y bloqueadas con las vallas que se colocaron el pasado viernes. Era, en cualquier caso, un lunes y esos días es cuando se produce la multitudinaria peregrinación a la parroquia, una de las más conocidas de la ciudad.