La Concejalía de Bienestar Animal ha solicitado diferentes informes policiales y veterinarios de los hechos ocurridos el pasado viernes en la protectora de Benimàmet, que fue asaltada, para «escapar de las especulaciones y obtener una versión real de los hechos». Según el consistorio y tras los primeros informes policiales el estado de los perros no es tan grave como parecía y la Policía Local trabaja en la hipótesis de que las lesiones que sufrieron los canes fueron fruto de la pelea que se podría haber producido entre los 12 perros dentro de la protectora cuando una persona externa en estado de embriaguez abrió sus jaulas. Esta es la principal hipótesis sobre la que se trabaja.

Desde el consistorio se incidía ayer en que se está trabajando para mejorar las condiciones de los animales que están en el centro de Benimàmet, mediante la puesta en marcha de diversas medidas de urgencia para mejorar la situación actual, heredada del anterior equipo de gobierno. El Ayuntamiento está a punto de instalar una nueva zona de emplazamiento de animales en la entrada del centro para descongestionar el interior y en pocas semanas quedará montado el nuevo quirófano para realizar intervenciones y operaciones a los animales. Además, se están haciendo reparaciones en todo el centro.

Desde el Ayuntamiento han destacado las negociaciones para arrendar unos terrenos colindantes al centro para ampliarlo mientras se busca una ubicación definitiva para el nuevo centro. La protectora Modepran denunció el sábado el «asalto» a las instalaciones y que varios canes fueron «apaleados y agredidos» por varias personas, que soltaron a los animales dentro del recinto y lanzaron por encima de la valla del refugio a otros 12 perros. Los hechos se produjeron el jueves por la noche y a la llegada de los trabajadores de Modepran al día siguiente la situación era «caótica» ya que había «perros corriendo de un lado para otro, restos de sangre y aullidos de dolor» de los animales.

Varios voluntarios acudieron para rescatar a los animales que habían quedado sueltos por fuera del recinto y por las calles de la población, algunos de los cuales estaban heridos y muy asustados. Todos han podido ser recuperados. Uno de los perros heridos, que fue «apaleado cruelmente» y que ha perdido uno de sus colmillos, es un pastor alemán de nombre Max que ahora se encuentra «triste, desconfiado y no quiere comer», por lo que la protectora ha hecho un llamamiento para encontrarle un hogar. Otros canes se encuentran también heridos porque al soltarlos algunos se pelearon. Quienes asaltaron las instalaciones se llevaron el móvil que había en una de las furgonetas que se utilizan para rescatar animales, por lo que la policía ha buscado huellas.