La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valencia acordó ayer solicitar a la empresa Ferrocarrils de la Generalitat y a la Conselleria de Vivienda la rotulación en valenciano de las estaciones del metro. El acuerdo, aprobado por despacho extraordinario, reclama el cumplimiento de la Ley de Uso y Normalización del Valenciano de 1983 y recuerda la existencia de nombres de estaciones de la red de Metrovalencia en el término municipal de Valencia que no han sido objeto de normalización lingüística, en concreto, la Alameda, Grau-Canyamelar y Aragón. El ayuntamiento solicita a FGV que se inicien las actuaciones oportunas para normalizarlos de manera correcta para que pasen a llamarse: Albereda, Aragó y El Grau-Canyamelar».

En el mismo acuerdo, impulsado por la Alcaldía, se reconoce el trabajo realizado por Ferrocarrils de la Generalitat en el ámbito de sus competencias en relación con la toponimia y señalización de las líneas de metro y otras infraestructuras que gestiona. No obstante, recuerda que en estos momentos todavía quedan estaciones en el «cap i casal» con los nombres escritos en castellano.

El ayuntamiento, añade el acuerdo de la junta de Gobierno, «tiene entre sus principales objetivos la normalización lingüística en todos los ámbitos de uso del valenciano, entre estos, el referido a la toponimia y señalización de calles, plazas, rótulos, carteles y en general cualquier denominación que sirva para indicar un lugar o espacio determinado del término».

El ayuntamiento recuerda a la Generalitat que el Estatuto de Autonomía reconoce como lengua propia el valenciano, que es el idioma oficial de la Comunitat, al igual que lo es el castellano. Alude igualmente al reglamento municipal sobre uso del valenciano aprobado en València en 2005. Un reglamento que ahora el Govern de la Nau quiere aplicar con mayor firmeza que en épocas anteriores.

Hay que recordar el tira y afloja del Govern de la Nau, formado por Compromís, PSPV y València en Comú, con el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, por la decisión del concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, de rotular en valenciano algunas señales de tráfico de la ciudad.

La política de fomento de la lengua que el tripartito está llevando adelante también se ha traslado al nombre de la ciudad, que ha sido normalizado pese a las críticas de los grupos de la oposición, como Ciudadanos, más partidarios de la doble denominación (valenciano-castellano), y del PP que ha denunciado el incumplimiento de los trámites administrativos en el cambio de nombre.