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De la costa oeste de Estados Unidos hasta Valencia, la costa este de España. Dos puntos de la geografía separados por más de 9.500 km y unidos por unos cuantos pasos de baile. El west coast swing empieza a conocerse en la Comunitat Valenciana y ayer la Estación del Norte fue buen ejemplo de ello.

La asociación West Connection organizó en el vestíbulo de la estación un flashmob y posteriormente una clase con las nociones básicas para conocer este tipo de baile, una evolución del lindy hop para moverse al ritmo de estilos actuales de música, como el soul, el RnB, el pop, el funk o la música disco. Una veintena de parejas pasaron la mañana bailando, para sorpresa de los viajeros de los trenes d cercanías y curiosos que se pararon a verles.

La profesora Sara Mouchon, explicó a Levante-EMV que es un baile que «juega con la música actual» y en el que la mujer «tiene mucha libertad, porque los pasos no están limitados: hay que seguirlos pero se puede añadir un toque personal». Por norma general, apuntó la profesora, los pasos son seis y ocho pero se pueden sumar bloques de dos hasta diez, doce... todo depende de la pareja y la música. Además, también se pueden incluir vueltas, caídas, flexiones... «Tiene un poco de todo, por eso es muy completo», considera Sara Mouchon, quien añade que es recomendable para «todo el mundo» ya que se puede bailar «más tranquilo, porque es un baile ´para andar´», o a un nivel «más avanzado».

Ana Rosa Gómez fue una de las amantes del west coast swing que ayer participó en la cita. «Me gustaba el baile desde siempre, pero nunca había tenido la oportunidad de bailar. Empecé por una compañera de trabajo de mi marido, que enseñaba», explica. Ahora, dos años después, confiesa que le encanta. «Me reconforta y me da mucho ánimo cuando estoy de ´bajón´. Es una terapia muy buena», por lo que la recomienda «a cualquier edad».

Para Ana Rosa, jornadas abiertas como la de ayer son «una forma de conocer nuevos amigos y de hacer algo que te gusta y compartirlo, que es mucho más bonito».

Paola Fibla se apuntó por unos amigos que ya lo practicaban y porque a su hija de 14 años «le encanta». «Pedimos a la gente que se anime, porque es un baile muy divertido, con música moderna, al que pueden tener acceso todas las edades», asegura.

Un estilo en expansión

La asociación West Connection se fundó en Valencia hace un par de años «porque queríamos introducir el west coast swing tanto en Valencia como en España, porque aún no había llegado», explica Emanuel Aguilera, uno de los organizadores y responsables de la asociación.

Esta modalidad ya está muy extendida por toda Europa, asegura, sobre todo en Francia. Es un baile totalmente actual, pero menos conocido que otros latinos, como la bachata o la salsa, matiza, pero asegura que «poco a poco tiene más presencia».

West Connection da clases regulares en varias academias, organizan talleres, ofrecen lecciones con profesores extranjeros y ya han bailado también en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y la plaza de la Virgen. Esto último como parte del flashmob internacional del west coast swing, con otras ciudades con las que bailaron la misma canción.

El objetivo de las actividades que realizan -y que siempre anuncian antes en sus redes sociales- es «que la gente conozca la disciplina. Ayer ofrecieron una pequeña clase para introducir al baile», apunta Emanuel, quien estaba contento porque la gente estaba «muy animada», fueron «con mucha ilusión» y además «los que ya suelen bailar trajeron amigos por primera vez».

En Valencia, con West Connection bailan unas 50 personas. Además, Castelló también cuentan con un grupo de aficionados al west coast swing y suelen juntarse.

La actividad de ayer se enmarca en el plan promocional que Adif -la responsable de las infraestructuras ferroviarias- desarrolla en colaboración con entidades de ocio y cultura.

Con este tipo de iniciativas, Adif pretende que las estaciones sean algo más que lugares de tránsito, al mismo tiempo que dinamiza los espacios comerciales a través de la cultura y el ocio.

Este estilo del baile es una evolución del lindy hop, surgido cuando este empezó a extenderse por Estados Unidos. El west coast swing surge en la costa oeste de Estados Unidos -de ahí su nombre-, empieza a popularizarse entre los años 60 y los 70 del siglo pasado, y vive su «boom» en los 80, explica Sara Mouchon. Más tarde, dio el salto a Europa, y recientemente ha llegado en España.