El Ayuntamiento de València ha comenzado a talar pinos de gran porte, alguno incluso centenario, en la avenida Jacinto Benavente, en la margen derecha del río, enfrente del Palau de la Música. El motivo es el deterioro que estos árboles producen en las aceras, como ha ocurrido en otras zonas de la ciudad, aunque ello no ha impedido que los vecinos del entorno se hayan visto sorprendidos por la medida, sobre todo porque entienden que se está haciendo «deprisa y de tapadillo».

Según ha podido saber este periódico, las brigadas de poda llevan al menos dos días trabajando en la avenida Jacinto Benavente quitando pinos y casuarinas (pino australiano) que están levantando las aceras. El objetivo en concreto sería abatir 8 pinos grandes y varias casuarinas, aunque todo parece indicar que la tala de dos o tres ejemplares se ha aplazado para hacer estudios complementarios.

El primero de los árboles talados fue un pino de gran porte que pesaba aproximadamente 10 toneladas y cuya madera llenó dos camiones completos. Luego han continuado las talas y para hoy mismo se ha previsto derribar dos pinos más y varias casuarinas, marcadas en su base con color rojo para que no haya confusión entre las brigadas de poda.

Según las fuentes, los trabajos se están haciendo a gran velocidad y sin dejar rastro. Para ello se tala el árbol, se desbroza, se retira la madera, una máquina retroexcavadora arranca el tocón y las brigadas de la empresa Pavasal tapan el agujero con tierra. Tras la operación sólo queda el alcorque vacío.

Para los vecinos resulta evidente que existe un problema con las aceras, pero dudan de que talar estos árboles de gran porte sea la solución. La otra sería mantenerlos en su estado actual, pero eso obligaría a renovar la aceras e incluso reordenar esta importante arteria de la ciudad, lo que elevaría considerablemente el coste de la solución.

Creen incluso que el ayuntamiento también duda de la operación, prueba de lo cual es la rapidez con la que se desarrollan los trabajos.

Saneamiento

Fuentes de la Concejalía de Jardines, sin embargo, explicaron que esta operación es absolutamente normal y se enmarca en los trabajos de limpieza del arbolado que levanta las aceras. De hecho, ya se hicieron trabajos similares en la calle Conde Trénor y en otras del entorno.

Entre unas cosas y otras, el arbolado de la ciudad no está teniendo un buen invierno. A lo largo del año pasado, cuando se produjeron los principales temporales, se perdieron 1.700 arboles en la ciudad, muchos abatidos por el viento y la lluvia y muchos otros talados por los servicios municipales para evitar su caída posterior. A esto se suma ahora el problema de las aceras.