Una calle Colón a dos velocidades: cae el tráfico de bicis mientras se dispara el de coches

El uso de la ronda interior ciclista desciende de manera generalizada salvo en los tramos cercanos a la calle Alicante

Ciclistas en la calle Colón de València

Ciclistas en la calle Colón de València / Miguel Angel Montesinos

Claudio Moreno

Claudio Moreno

El uso de los carriles bici en la ronda interior de València ha caído de manera generalizada salvo en dos tramos de Russafa, donde el incremento –importante– de bicicletas y patinetes presumiblemente responde a las obras de la calle Alicante. 

En concreto, según los datos de marzo publicados en la web del ayuntamiento, la utilización de bicicletas y patinetes en el tramo de la calle Colón a Conde Salvatierra ha caído en un 7,4% respecto al año anterior (391 vehículos menos sobre un total de 4870); en el sector de Colón a Félix Pizcueta ha descendido un 9,6%; en la conexión de Guillem de Castro con Jesús el porcentaje es de -12%; en Conde Trenor con Pont de Fusta cae un 4,5%; y en Plaza Tetuán la tendencia también es decreciente con un -5,3%. 

Llaman la atención dos cuestiones. En primer lugar, la caída del tránsito no contaminante en una calle Colón que ha visto disparado el tráfico a motor. Tal como denunciaron los socialistas, el paso de coches por el primer tramo de esta arteria se ha disparado un 70% respecto a marzo de 2023. Eso supone más de 3.200 vehículos todos los días. 

El segundo detalle llamativo tiene que ver con la reversión de la tendencia. El uso de patinetes y bicicletas en los tramos citados quizás no sea reseñable en términos globales, porque en el peor de los casos el tráfico sostenible sólo ha caído en 635 vehículos. Pero la estadística traía una progresión muy distinta. De 2022 a 2023 todos los tramos del anillo ciclista crecieron porcentualmente, varios de ellos al 30%. 

Sobre el acelerón de los coches y el frenazo de las bicicletas, la concejala socialista María Pérez considera que las campañas de “criminalización” del uso de este vehículo no ayudan. “Se ha hablado de la seguridad de las bicis y los patinetes en lugar de orientar las campañas a los accidentes de tráfico”, lamenta Pérez. 

En este sentido, aunque la relación de datos entre el incremento de un vehículo y el descenso de otro no es equitativa –quien se sube al coche no necesariamente viene de pedalear–, la socialista cree que incentivar políticamente el uso del coche disuade sobre el uso de la bici. “Habrá que hacer un estudio comportamental para interpretar los datos, pero la tendencia parece clara, y es una mala noticia en el año de la Capitalidad Verde Europea”, cierra la socialista. 

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