El colectivo Biciutat ha presentado un proyecto al Ayuntamiento de València para que la futura Ordenanza Reguladora de las Condiciones Funcionales de Aparcamientos (la actual es de 1994), tenga en cuenta el creciente número de usuarios ciclistas en la ciudad y facilite la creación de estacionamientos nocturnos.

Así, Biciutat, en el marco del proyecto de innovación social «Bicicletas Durmientes», ha identificado que la actual normativa municipal de aparcamientos presenta «una serie de limitaciones a la hora de emprender actividades comerciales de aparcamientos ciclistas de larga duración, desincentivando el ciclismo urbano y, como consecuencia, también la transición hacia la movilidad sostenible que está experimentando la ciudad de València».

Tal y como se refleja en el informe de «Bicicletas Durmientes», actualmente están funcionando iniciativas emprendedoras en València, pero su estandarización y proliferación se ven limitadas por la ordenanza de 1994. Esta norma establece las condiciones funcionales que deben cumplir los locales destinados a aparcamiento de vehículos, pero no tiene en cuenta las características propias de las bicis.

En esta ordenanza, la bicicleta sólo se menciona para referirse a las dimensiones mínimas de las plazas y al ancho mínimo de acceso y no se contempla la posibilidad de que exista un local destinado únicamente para bicicletas, concluye el informe de Bicicletas Durmientes. Así, al no estar regulados los parámetros específicos para el aparcamiento ciclista, «hoy en día el espacio del garaje debe cumplir las normas realizadas para automóviles y que no tienen sentido para una bicicleta, como por ejemplo tener calles de circulación interior en el aparcamiento o tener puertas ignífugas».

Biciutat ha realizado estas observaciones en consulta pública previa sobre la ordenanza de aparcamientos y considera «necesario» modificar de forma ambiciosa la ordenanza para contextualizarla con las necesidades de la sociedades actual y futura.

El objetivo, según Biciutat, es reducir el robo de bicis facilitando que puedan estandarizarse los aparcamientos nocturnos de larga duración; impulsar y fomentar la movilidad sostenible en la ciudad, eliminando las barreras administrativas al uso de los ciclos; contribuir al cambio modal desde el automóvil a la bicicleta; y estimular el crecimiento de la economía de la bicicleta y su potencial de creación de empleo.