El Ayuntamiento de València ha encargado a una empresa demoscópica la realización de un estudio sociológico sobre la fiesta fallera a miembros de comisiones y que forma parte del Plan Estratégico de la fiesta, el primer gran proyecto previo a la realización de un Congreso Fallero. Esta fue la causa por la que, en los últimos días, visitantes a la Junta Central Fallera se encontraron con una batería de preguntas orales. Las preguntas incluyen un temario fallero, pero también relacionado con la política, algo que ha suscitado algunas críticas, a lo que Pere Fuset respondió que «no se ha hecho nada que no se practique en otras encuestas: hay que cruzar lo datos con los perfiles socio-político- económicos de los encuestados».

Fuset explicó a Levante-EMV que el objetivo de esta encuesta que se realizan en toda la ciudad es «preguntar a las bases falleras su opinión sobre la fiesta, realizar una radiografía del mundo fallero». Para ello «necesitamos saber cómo son, qué piensan y qué quieren los falleros. La información obtenida desde las propias bases será muy útil para que todos los agentes puedan tomar las mejores decisiones para la fiesta, de forma participativa y escuchando todas las opiniones». Fuset recuerda que este plan se lleva a cabo dado que estaba en el programa electoral de Compromís y que con el se quiere llevar la participación a la bases falleras.

Este plan estratégico contempla también un estudio del impacto económico, turístico y ambiental para el que las encuestas se extenderán a todos los vecinos y agentes económicos. La creación del perfil fallero se hará con 1.200 encuestas realizadas únicamente a falleros y falleras. «Teniendo en cuenta que estamos hablando de un censo de algo más de 70.000 personas, sin contar a los pueblos, supondrá unos márgenes de error mucho menores», según Fuset.

Variedad de preguntas

Las preguntas que se están realizando desde hace unas semanas son muy variadas. En primer lugar se pregunta desde cuándo se pertenece a la comisión, el motivo para formar parte de la misma y el arraigo, así como si participan en la falla de su barrio o en la de otro. También se cuestiona sobre las actividades falleras de las que participa, sobre su capacitación en el valenciano y que grado ha de tener la lengua en la fiesta. También se pide que se valore de 0 a 10 el funcionamiento de JCF, la participación de la mujer en la organización de las Fallas, su opinión sobre la elección de los jurados o la promoción del turística.

Asimismo, los encuestadores piden valoración sobre la nueva ubicación de la exposición del Ninot, la apertura del balcón del Ayuntamiento a las comisiones, o qué opinan sobre el retraso en el calendario de la colocación de las carpas, el traslado de la fiesta de San José con el 3 lunes de marzo, o la utilización de materiales más respetables con el medio ambiente. Las encuestas pretenden conocer un poco más a los falleros, a través de preguntas que destaca Pere Fuset están presentes también en las encuestas del CIS. Así, se pide el nivel de estudios, el trabajo que tienen, nivel de ingresos, sexo y edad. Hay otras preguntas que han levantado cierto malestar en el mundo fallero como son la identificación en el eje «izquierda-derecha», si el encuestado se siente más español o valenciano, o el recuerdo del voto.

«No entiendo qué problema hay en preguntar a los falleros cuando además toda la información es anónima. ¿Quién tienen miedo a preguntar a las bases?» Para Fuset «las Fallas son un fenómenos social» y por ello son necesarias todas estas preguntas propias del CIS. Todos los datos del estudio estarán disponibles para todos los ciudadanos en otoño.