El Ayuntamiento de València, a través de la concejalía de protección Ciudadana, estrecha el cerco estos días sobre las chatarrerías ilegales del barrio del Cabanyal. La regidoria que dirige la socialista Anaïs Menguzzato ha dado de plazo un par de días a varios negocios ilegales para procedan al cese de la actividad, o será el propio consistorio quien proceda al cierre de oficio. Así lo advertía ayer Menguzzato en los micrófonos de la cadena Ser. Menguzzato ya adelantó hace unas semanas que la policía local iba a extremar las medidas contra la venta ilegal de droga, los ruidos en la calle, así como las chatarrerías. Los vecinos, hartos de las molestias que generan este tipo de negocios, han eixgido al consistorio que ponga fin a estas actividades.

Las chatarrerías del Cabanyal, son uno de los prinicipales focos de degradación de la llamada zona cero del barrio, ya que acumulan basura y almacenan materiales que los vecinos consideran peligrosos para las viviendas cercanas.

Menguzzato prometió a los vecinos, tras la visita de Ximo Puig y Joan Ribó al barrio, que se revisaríael procedimiento de las inspecciones de las chatarrerías ilegales y se endurecerían los criterios para cerrar los negocios que carecieran de licencia. De las 7.000 intervenciones en forma de denuncias, requerimientos o mediaciones que ha puesto la policía local en 2016, 17 son de chatarrerías. Así pues, la campaña prometida por los responsables municipales se ha puesto en marcha.