La tragedia sufrida por un trabajador durante las obras de montaje de las gradas de Viveros ha terminado convirtiéndose en una tormenta entre socios del gobierno municipal. El accidente es, en definitiva, un problema que tendrá que resolver la empresa especializada con las autoridades judiciales, ante las que tendrá que demostrar que el trabajador estaba dotado de las medidas de seguridad pertinentes y que se trató, en todo caso, de un desgraciado accidente.

El problema en el ámbito municipal ha sido la imagen de un consistorio, y en concreto la concejalía de Cultura Festiva, de desconocer plenamente el problema hasta seis días después de producirse. Y a la hora de explicar lo sucedido se ha producido un choque entre su titular, Pere Fuset, y la de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato.

Porque si el primero aseguraba ayer que «quizá ha habido una falta de comunicación y habrá que mejorar los protocolos». Dicho de forma apócrifa, que ya le valía a la Policía Local de no haber comunicado el suceso tratándose de un hecho acaecido en la Gran Fira, aunque sea sólo indirectamente.

Esa afirmación de Fuset enfadó a Menguzzato, quien ayer no dudó en calificar el comentario de «frivolidad». «¿Comunicación? Hemos hecho la que había que hacer: redactar el atestado y entregarlo a la Policía Nacional para que la judicial hiciera las gestiones necesarias ante la gravedad del hecho. ¿Cuántos accidentes tienen lugar al cabo del día? No somos una agencia de comunicación. En todo caso es la empresa la que tenía que haber puesto en conocimiento el hecho».

A esto añadió una réplica a la rueda de prensa dada ayer por Fuset, cuando éste aseguró que el pasado jueves le llegó con más insistencia el rumor de que había tenido lugar un accidente y pidió explicaciones a los promotores. «Es incomprensible que si se entera el jueves, no me lo pregunte ese mismo día a mí. ¡Al día siguiente estuvimos reunidos y no me dijo ni una palabra!»

¿Faltó comunicación al tratarse de un accidente «especial»? Porque no es lo mismo, seguramente, un accidente grave en una obra particular que en una instalación de la Fira, aunque sea una concesión a un tercero. «Nuestra obligación es transmitir pero donde hay que hacerlo», por lo que lamentaba que «haya faltado lealtad institucional. Aquí hay un accidente. Grave y lamentable. Del que habrá que depurar responsabilidades. Pero eso lo tienen que decidir los jueces y afecta, en todo caso, a la instaladora».

La concejala de Policía también reprochó a los promotores los términos del comunicado que emitieron el martes por la noche. Textualmente aseguraban que «de la constatación de los hechos se encargó la Policía Local de València (...) en una primera valoración, que la causa del suceso no trae causa de ausencia de medidas de prevención, ya que a los trabajadores se les había suministrado y estaban utilizando equipos de protección individual suficientes». Menguzzato le replicó que «eso es falso. Porque la Policía Local no valora. Hace un relato objetivo de lo que ve. La valoración corresponderá a los juzgados».

Y es que el atestado incluye una descripción que podría dar a entender que no hubo mala praxis. El trabajador (rumano, 48 años y padre de dos niñas) fue hallado con casco, botas y guantes, lo que daría a entender que llevaba elementos de seguridad. Pero no deja de ser una apreciación que debe dirimirse en el juzgado. Aunque ayer Pere Fuset aseguró que «lo único que sabemos como testimonio, es lo que dijo la familia cuando fuimos a verla el lunes al hospital. Y aseguraban que había sido un accidente fortuito».

«Condiciones de precariedad»

Una situación ésta que no comparte el sindicato CGT, que ayer volvió a emitir un comunicado en el que denunciaba «las condiciones de precariedad que se sufren en estos y otros sectores laborales, donde las jornadas laborales son largas y penosas y donde nunca se aplican los mínimos criterios de salud laboral y de prevención de riesgos laborales, que son de obligada aplicación por las empresas».

Giner: «No es un gobierno serio»

También el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, se sumó a las críticas: «Esto no es un Gobierno serio, es un grupo descontrolado que en ningún momento está a la altura de lo que se merecen los ciudadanos. La descoordinación, falta de comunicación y carencias en la gestión es altamente preocupante. Los ciudadanos tienen el derecho de conocer todos los procesos de contratación por lo que le pido a Ribó que actúe con valentía».