El alcalde de València, Joan Ribó, apuesta por diversificar «al máximo» la oferta turística de la ciudad, con opciones que incluyan el turismo cultural, potenciando las posibilidades que ofrecen la ópera y los conciertos; el medioambiental, organizando rutas en bicicleta, y el de congresos, con el fin de ganar en «calidad» frente a la «masificación» y evitar problemas de convivencia a los vecinos.

Así, instó a trabajar para que esta actividad no genere «problemas», especialmente «de convivencia», como está sucediendo en ciudades como Barcelona, Venecia, Amsterdam o Lisboa. En esta línea, Ribó apuntó la necesidad de «establecer reglas» para que el turismo «no altere de forma importante la vida de los ciudadanos» y afecte «a la manera de ser» de los valencianos.

En esta línea, el responsable municipal considera «muy importante diversificar» el sector y «pensar en turismo de muchos tipos», desde el «de congresos y ferias, al cultural, de fiestas o medioambiental», entre otros. «Estamos hablando de un turismo de calidad», dijo Ribó, que ha insistido en caminar hacia un modelo alejado de la masificación y distinto al tradicional sol y playa.

«El turismo es fundamental para la ciudad. Hay que apoyarlo, hay que orientarlo estratégicamente y hay que combatir los excesos que se puedan producir», afirmó el alcalde de València, que resaltó la importancia del turismo como «elemento económico» de la ciudad y como «fuente de generación de empleo».

A su vez, el primer edil destacó el incremento que está teniendo en la capital el turismo y apuntó la necesidad de abordarlo desde «un planteamiento que tenga en cuenta que no se puede crecer indefinidamente» y que debe ir hacia un modelo «sostenible».

En cuanto al fomento de turismos como el cultural, Joan Ribó mencionó como ejemplo «ciudades de Europa que basan gran parte» de su estrategia «en temas musicales» y actividades como la ópera y los conciertos. «Habrá que potenciar todos estos aspectos», dijo.