El concurso de arquitectura convocado por la Conselleria de Obras Públicas para la regeneración urbana del entorno de la plaza Ciudad de Brujas, la Lonja, el Mercat Central y la Iglesia de los Santos Juanes prevé la peatonalización de la plaza del Mercat y la calle de la Paja, dejando como acceso al aparcamiento del Mercat el futuro aparcamiento de Brujas, en cuya licitación trabaja la Concejalía de Movilidad. El concurso de ideas contempla una primera fase de presentación de propuestas, de las que un comité de expertos formado por técnicos y dos arquitectos de» reconocido prestigio» seleccionará un máximo de cinco, que recibirán un premio en metálico de 4.000 euros. De esta criba y por procedimiento negociado, previo proceso de presentación y participación pública, se seleccionará al ganador, que será el encargado de redactar el proyecto y dirigir la obra. El jurado valorará las propuestas por su calidad arquitectónica, la adecuación a los fines y la viabilidad técnica y económica. El presupuesto total de la obra asciende a 4,5 millones de euros.

El ámbito del concurso (20.527 metros cuadrados) va más allá de la plaza de Brujas, y se extiende hasta Bolsería, la plaza del Mercat y María Cristina y Barón de Cárcer. El criterio de valoración que más puntuará (25 puntos sobre 100) será la intervención sobre el espacio público y el paisaje urbano, seguido de la movilidad y sostenibilidad con 20 puntos cada una y los objetivos generales, los usos y la integración y participación social.

El objeto del concurso es la regeneración del entorno del Mercado Central y los Santos Juanes, catalogados como Bienes de Interés Cultural, y la Lonja, declarada Patrimonio de la Humanidad. La plaza del Mercat se caracteriza por ser un espacio urbano emblemático de la ciudad donde conviven monumentos de gran valor histórico y patrimonial, mientras que el entorno de la Plaza de Brujas y su inacabado aparcamiento subterráneo, «carece actualmente de calidad como espacio urbano», explica la conselleria en los pliegos del concurso de ideas.

El objetivo es «recalificar el espacio urbano configurándolo como un conjunto unitario, dotándolo de actividad, carácter y calidad urbana, integrando la perspectiva de género y respetando la diversidad social y cultural. El jurado valorará el carácter innovador y la eliminación de los impactos negativos generados con la proliferación de elementos agregados de manera incontrolada que contribuyen a la confusión y la contaminación visual en este monumental entorno.

Otro de los criterios novedosos del pliego es que primará los elementos verdes del espacio público como generadores de lugar, de forma que mejoren las condiciones micro climáticas del entorno. En este sentido, pide a los arquitectos «medidas de sostenibilidad y ecología con estrategias bioclimáticas que contribuyan a reducir el efecto islad de calor».

El ámbito de intervención llega hasta Barón de Cárcer y uno de los retos de los profesionales será «dignificar y cualificar el final de la inconclusa avenida Barón de Cárcer teniendo en cuenta los aspectos referentes al aparcamiento y a la movilidad existente en la creación de un nuevo espacio de relación.

Dos líneas de la EMT

Las premisas de movilidad del concurso establecen que con la apertura del aparcamiento de Brujas, se espera establecer una restricción mayor al tráfico en la Plaza del Mercado convirtiéndose en zona peatonal, excepto vecinos, taxis, bicicletas y carga y descarga. El diseño deberá resolver las conexiones con Barón de Cárcer y las calles Calabazas, Vieja de la Paja, Boatella, Belluga, Juan de Villarrasa y Pie de la Cruz. A la renovada plaza de Brujas llegarán dos líneas de la EMT cuyos autobuses tendrán un espacio para girar en el centro. El espacio de maniobra se sitúa a partir de la calle Juan de Villarrasa, alejándose lo máximo posible de la zona más amplia de la Plaza Ciudad de Brujas con el fin de dejar liberada una mayor superficie para uso peatonal.

Los pliegos del concurso de ideas establecen que la primera planta del aparcamiento de la Plaza Ciudad de Brujas, cuya apertura demandan desde hace años los vendedores del Mercado Central, se destine a centro logístico donde deberán realizarse las operaciones de carga y descarga y a la que se accederá por la rampa de acceso al aparcamiento, que se construirá en la calle Editor Manuel Aguilar.

Una complejidad añadida al proyecto es que se trata de una zona arqueológica con probables restos islámicos (vinculados al arrabal de la Boatella, donde había mezquita y cementerio) y de época romana, por ser zona cementerial.