La Avenida de Barón de Cárcer empieza la cuenta atrás de su «desaparición» definitiva, ya que desde hoy pasa a renombrarse como Avinguda de l´Oest en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. La siguiente será la del General Urrutia, que se sustituirá por Amado Granell. Esta mañana operarios municipales han retirado ambas placas, colocando las nuevas.

Cuatro meses después de anunciarse la medida, se procederá a la instalación del nuevo nomenclator, que convivirá durante un año con el anterior. A las nueve de la mañana empezaba una intervención que afecta a 51 calles y cuyos nombres pasarán a la historia para dejar de formar parte de la realidad cotidiana del vecino y viandante. Previamente, ayer, el consistorio envió 20.000 cartas a los afectados, en las que que Joan Ribó comunica los cambios con toda la información necesaria.

El próximo lunes 25, desde la página web municipal se podrán descargar las certificaciones de equivalencia del cambio de denominación de vía pública para los bienes inmuebles afectados, que identifica que la antigua denominación y la nueva corresponden al misma vía, y también se podrá acceder a la nueva certificación de empadronamiento. Además de la carta del alcalde, se puede acceder al informe de la Universitat de València que ha servido como base para tomar el acuerdo de modificación y que determina qué vías incumplían la Ley de Memoria Histórica, el acuerdo plenario del cambio de denominaciones, y el folleto que ya se estaba remitiendo a los vecinos y vecinas de esas vías de la ciudad.

«Por fin València deja de honrar en sus calles y plazas a la dictadura franquista y sale de la ilegalidad en la que la había sumido el Partido Popular al no respetar la ley de Memoria Histórica», incidía ayer Glòria Tello. «Hace muchos años que el gobierno municipal debería haber acabado con esta anormalidad democrática, pero afortunadamente el gobierno de Joan Ribó, como en muchos otros aspectos del día a día, ha devuelto a nuestra ciudad al camino de la dignidad y el respecto a la ley», afirmaba Tello, quien recordaba el informe de la Universitat de València como órgano consultivo, y destacaba que complementa otras intervenciones del Govern de la Nau «para desvincular a nuestra ciudad de la exaltación al franquismo, como con la retirada de honores y distinciones a personas relacionadas directamente con la dictadura, o la retirada de símbolos de la dictadura que aún lucían en varios edificios de València».

«Sumamos así otro motivo para sentirnos muy orgullosos, más que nunca, de nuestra ciudad», concluía la concejala del Área de Cultura. La actuación que hoy inician los servicios de Mobilitat Sostenible se prolongará varios días. La medida se aprobó el pasado mes de mayo, tras rechazar la moción presentada al pleno por el Partido Popular, y que contó con el apoyo de los concejales de Ciudadanos. Alfonso Novo esgrimía entonces «falta de consenso», alegando hipotéticos perjuicio al vecindario, empresas, comercios y profesionales. La convivencia del nombre antiguo y el nuevo durante doce meses, y la consulta con los vecinos, fueron los argumentos que Tello defendió para tumbar la propuesta popular.