Los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de València han sido comprensivos o han preferido esconder su opinión respecto al presidente de la Interagrupación de Fallas, Jesús Hernández Motes, quien participó el pasado 9 d'Octubre, junto con su número dos, Pedro Pons, en una manifestación convocada ilegalmente por grupos de extrema derecha que acabó con graves disturbios y agresiones.

El edil del PP Félix Crespo, concejal de Fiestas en anteriores mandatos y experto jurista, prefirió ayer no pronunciarse sobre este espinoso asunto. "Yo no me considero quién para enjuiciar a nadie por manifestarse. Que cada uno exprese sus derechos libremente. Yo no lo voy a calificar, como han hecho otras personas", explicó en declaraciones a Levante-EMV.

A su juicio, "tiene que ser la Interagrupación la que decida si retira la confianza a su presidente. Ellos deben valorar si mantienen la confianza a esta persona", insistió. Pero personalmente no quiere entrar en valoraciones. "La Interagrupación está formada por los presidentes de las agrupaciones. Allí deben tomar una decisión. Se convoca una Junta General Extraordinaria y se valora la situación", añadió Crespo.

En su relato, únicamente quiso expresar su condena a cualquier forma de violencia, aunque "también te digo -precisó- que si esta persona fuera un activista de algo o hubiera participado en algo la policía ya habría actuado".

Por su parte, la concejala de Ciudadanos Amparo Picó no cree que Jesús Hernández Motes tenga que dejar su cargo en la Interagrupación de Fallas. Admite sus disculpas y sus explicaciones públicas en el sentido de que participó en la marcha a título personal y guiado por su sentimiento valencianista. Ir más allá, por tanto, no le parecería justo.

La concejala de Ciudadanos, responsable del área de Fiestas dentro del grupo municipal, recuerda que "él (Motes) fue a la manifestación como uno más, ni increpó a nadie ni insultó a nadie, por tanto yo creo que esto se está saliendo de madre". En su opinión, el presidente de la Interagrupación fue allí "como persona que defiende València y la identidad del pueblo valenciano".

"Es cierto -explicó- que esa manifestación tenía un fondo de provocación terrible, pero no hay que olvidar que la sensibilidad está a flor de piel con todo esto de Cataluña y que son unas circunstancias muy especiales. Se ha herido la sensibilidad de mucha gente y él fue a defender lo suyo", explicó.

"Es más, conociendo a Jesús, no creo que fuera a pelearse con nadie ni a buscar conflicto. Fue a defender la identidad de València como valenciano. Otros iban con otros fines, con intereses partidistas, pero no él. Ya se ha disculpado y no creo que debamos pedir otras cosas", concluyó Amparo Picó.

No se reunirán con ellos

Entre tanto, en el equipo de gobierno no están dispuestos a tolerar mantener la relación con los dos directivos después de su presencia en la marcha ilegal. Tanto es así que ya se ha decidido no reunirse con ellos para ninguna de las gestiones a realizar en un futuro inmediato. Sí que lo harán con otro u otros miembros de la directiva.

Una de las reuniones tiene que realizarse a nivel de la Junta Central Fallera y está relacionada con la clasificación de fallas. No debe suponer un problema porque este tema tiene un responsable muy especializado en la directiva de la Interagrupación, como es Jordi Palanca -que en su condición de directivo y artista fallero ha sido el principal ponente-. Sin embargo, próximamente tiene que hacer reuniones sobre el Bando de Fallas, en el que la Interagrupación debe presentar sus reivindicaciones. El ayuntamiento no reconoce a Motes y a Pons como interlocutores cualificados. La relación no ha hecho más que enturbiarse en los últimos tiempos -incluso Motes apoyó una campaña de firmas contra el concejal- y los socios de gobierno han mostrado tolerancia cero ante la presencia de ambos en una manifestación ilegal.