Los agricultores de tres tancats del término municipal de València en l'Albufera aprovecharon ayer las buenas condiciones climatológicas para quemar la paja del arroz de sus campos,cumpliendo estrictamente con los permisos concedidos por la Conselleria de Medio Ambiente, que ha había autorizado las combustión de los restos vegetales en las zonas bajas del lago.

Sin embargo, pese a seguir un estricto protocolo en el que se contemplan las condiciones climatológicas ideales para llevar a cabo estas quemas, no pudieron evitar que el humo acabara llegando a los núcleos poblacionales metropolitanos, por lo que localidades como Picassent, Alcàsser, Silla, Sedaví, Alaquàs, Torrent y la propia ciudad de València se llenaron de una espesa niebla a partir del mediodía.

No fue hasta las 12 del mediodía cuando el Consell Agrari de València dio su aprobación para que los agricultores de los tancats de l'Establiment, Les Piules y el Recatí iniciaran las quemas. Aseguran que llevaban más de un mes esperando a recibir el visto bueno municipal, ya que anteriores episodios de lluvias o inversión térmica habían abortado la combustión.

Las quemas se realizaron , como marcan los protocolos, con viento que soplaba del mar hacia dentro de l'Albufera, aunque éste roló de manera que se extendió por buena parte del área metropolitana.

Como suele ser habitual en estos episodios de quema cuando el humo llega a los núcleos poblacionales, se produjeron quejas entre personas que sufren problemas respiratorios, además de que el propio humo emana gases contaminantes, razón por la que Europa prohíbe la combustión de la paja del arroz.

Conselleria de Medio Ambiente, tras pactar con los agricultores, redujo en un 50 % la superficie autorizada para quemar la paja del arroz.

Desde el Ayuntamiento de València recuerdan que son el único municipio de la ribera de l'Albufera que se ha implicado seriamente en la reutilización de la paja del arroz. Cuenta con tres empacadoras municipales que en 2016 recogieron un total de 243.000 kilos. Desde el 'cap i casal' piden el mismo esfuerzo al resto de localidades ribereñas.

El consistorio, además, firmó ayer un convenio de colaboración con al Conselleria de Medio Ambiente para poner en marcha un «programa piloto» que permitirá producir abono natural para la agricultura a base de la fermentación de la paja del arroz y de los restos orgánicos que genera Mercavalència. Se trata de un proyecto de economía circular.