Bankia ha solicitado al Ayuntamiento de València la licencia de actividad y obras para la rehabilitación de la Alquería Julià. La entidad, propietaria de esta alquería del siglo XVII, anunció hace año y medio su intención de sacar de la ruina y el abandono el edificio para convertirlo en un nuevo referente cultural de la ciudad como centro musical.

Bankia ha llevado a cabo una intervención en el jardín para sanear el arbolado, si bien las obras todavía no han arrancado porque la entidad está a la espera desde hace varios meses (apuntan fuentes de la entidad) de la licencia municipal de Actividad y de Obra.

El proyecto de restauración de la alquería, que contará con un auditorio, biblioteca, videoteca, fonoteca, sala de partituras y diferentes espacios para uso cultural, ya ha recibido el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio, según informaron fuentes de Bankia, que tiene previsto invertir dos millones de euros en la recuperación de la alquería, donde se conserva en relativo buen estado uno de los huertos-jardín más antiguos de la ciudad.

El presiente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, presentó en julio de 2016 el proyecto de recuperación de la alquería, cuyo plazo de ejecución es de dos años, una vez se obtengan las autorizaciones administrativas y se realicen las prospecciones arqueológicas requeridas.

La alquería Julià, que está grafiada en el plan general como suelo dotacional, se transformará en un centro musical, en el que se desarrollará una actividad social y cultural, y será sede de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana.

Tras largas negociaciones, el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, alcanzó un acuerdo con la entidad para evitar la expropiación del inmueble, asumiendo la entidad la reforma y posterior gestión de este espacio cultural que los vecinos confían en que sirva de revulsivo para el barrio de Nou Moles.

La Alquería Julià fue declarada Monumento Artístico Nacional en 1978 y Bien de Interés Cultural en 2007, lo que supone la figura de más alta protección para un edificio en la ciudad de Valencia, lo que no ha librado al edificio, usado durante varios años como colegio, del abandono.