La inmobiliaria Guadalmedina (Grupo IGSA) ha presentado una reclamación por responsabilidad patrimonial contra el Ayuntamiento de València por la anulación de la permuta de la Tabacalera, en la que exige una compensación económica de 45 millones de euros, la mitad del presupuesto de inversiones de este año. La reclamación patrimonial se ha presentado esta misma semana, a punto de caducar el plazo legal para exigirla, y al mismo tiempo que el Govern de la Nau negocia con Guadalmedina una solución extrajudicial que evite la ejecución de la sentencia y el elevado coste económico que tendría para el consistorio revertir la situación. El acuerdo pasa por trasladar la edificabilidad sin ejecutar en el entorno de la fábrica a otro punto de la ciudad , como la avenida de Francia, y por una modificación del planeamiento urbanístico para regularizar las viviendas de lujo ya construidas.

El dueño de Guadalmedina (Enrique Ballester) asegura así sus derechos ante el supuesto de que la negociación con el consistorio no llegue a puerto y, al final, acabe ejecutándose la sentencia. El argumento de Guadalmedina es que las viviendas se construyeron amparadas por una licencia municipal.

La concejalía de Desarrollo Urbano, con el socialista Vicent Sarrià al frente, justificó ayer la decisión del promotor y aseguró que la millonaria reclamación «entra dentro de la lógica» porque la constructora intenta «salvaguardar así sus derechos». Los responsables de urbanismo descartan una ruptura de las negociaciones por parte de Guadalmedina, de cuyos responsables intentó ayer Levante-EMV recabar la opinión, aunque declinaron hacer declaraciones.

La voluntad del ayuntamiento es que el nuevo convenio urbanístico, que «está casi cerrado», se firme en las próximas semanas y la situación quede resuelta. En el nuevo convenio urbanístico se incluirá una cláusula en la que Guadalmedina se comprometa a desistir de la reclamación económica presentada ahora.

La permuta de la Tabacalera, impulsada en 2005 por el gobierno de Rita Barberá y calificada por la oposición como «pelotazo urbanístico histórico», fue anulada en 2016 por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat en una dura sentencia que calificaba de «especulativa» la operación urbanística y obligaba a reconstruir las naves de la fábrica de la Tabacalera derribadas para edificar viviendas de lujo.

El Tribunal Supremo ratificó hace un año la sentencia del TSJ rechazando el recurso de casación interpuesto por Guadalmedina, lo que dejaba fuera de ordenación las viviendas construidas en la parte trasera de la Tabacalera y en la plaza de América (en el solar resultante del derribo del edificio municipal permutado por la fábrica).

La sentencia llegó una década después de aprobarse la permuta, con el 70% de las viviendas construidas y un nuevo ayuntamiento con mil trabajadores funcionando desde hace años, lo que hacía prácticamente inviable revertir la situación a su origen. El actual Govern de la Nau ha buscado un acuerdo con el promotor para evitar el elevado coste que supondría la ejecución de la sentencia por las indemnizaciones millonarias al promotor y a los propietarios, que compraron «de buena fe». Así las cosas en mayo de 2017 puso en marcha una modificación del planeamiento urbanístico para regularizar las viviendas fuera de ordenación y trasladar los 16.000 metros cuadrados de edificabilidad sin ejecutar junto a la Tabacalera a otro punto de la ciudad. En dicha modificación del planeamiento las viviendas se calificarán como residencial, mientras que la Tabacalera se grafiará como administrativo-institucional.

Uno de los flecos que queda por cerrar con Guadalmedina es la ubicación de las parcelas donde se trasladará la edificabilidad. El ayuntamiento ha ofrecido varias parcelas en distintos puntos de la ciudad. El promotor de momento ha dado el visto bueno a uno de los solares ofrecidos, ubicado en la avenida de Francia, una de las más caras de la ciudad. Urbanismo asegura que se están ofreciendo suelos por valor similar al que tiene la pastilla de la Tabacalera, en el cotizado distrito del Pla del Real. En la modificación del planeamiento con la que el ayuntamiento intenta sortear la ejecución de la sentencia se dará solución al solar de Tabacalera. La sentencia exige la reconstrucción de las naves derribadas.