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Contaminación

Los zonas con el tráfico pacificado se libran de la contaminación

Las mediciones de València per l'Aire de 2017 demuestran que las calles y plazas con menos vehículos son las que menos nivel de polución tienen

La plaza del Doctor Collado, un ejemplo de pacificación y reducción de polución. levante-emv

Aunque existe un amplio consenso científico a nivel mundial que vincula directamente la alta contaminación de las ciudades con la excesiva presencia de vehículos en las mismas, el colectivo València per l'Aire (formado por 23 entidades) ha vuelto a confirmar lo que ya era evidente: las zonas con alta intensidad de tráfico son también las que más polución acumulan y por los tanto, suponen un riesgo elevado para la salud de las personas. O la lectura positiva: aquellas zonas donde se ha pacificado el tránsito cuentan con los mejores valores de calidad del aire.

Dos ejemplos son paradigmáticos en València para entender los diferentes escenarios de la ciudad. En la plaza doctor Collado, que se convirtió durante este mandato en una nueva zona residencial y con preferencia peatonal, los niveles de gases contaminantes NO2 se quedan por debajo del máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. El reciente Mapa del Ruido del «cap i casal» también confirmó un descenso considerable de la contaminación acústica, situándose por debajo de los umbrales máximos permitidos.

En cambio, su vecina plaza del Ayuntamiento, una rotonda gigantesca en pleno corazón de Ciutat Vella, supera ampliamente los 40 microgramos de dióxido de carbono (el umbral máximo recomendado por la OMS), con una media anual de 55 ug/m3. Ocurre lo mismo en otras plazas dominadas por los vehículos. Así, la plaza España alcanza los 56 microgramos de NO2 y el caso más doloroso es el de la plaza Tetuán con 65 microgramos anuales.

Otro ejemplo paradigmático es el Instituto Luis Vives, donde las mediciones realizadas en las calles peatonales que hay junto al centro cumplieron con los valores de calidad del aire, mientras que los indicadores situados en la calle Xàtiva superaron con creces los niveles recomendados de gases contaminantes.

Según explica José Manuel Felisi, responsable de Mesura Xarxa Ambiental -la que ha realizado las mediciones y que se ha integrado en València per l'Aire- «la única fuente posible que puede hacer que los indicadores de polución suban es el tráfico rodado a motor. Otras fuentes pueden ser obras y algún episodio de quema de rastrojo pero esto no justificaría la subida de gases», recuerda. Entre los vehículos que circulan, Felisi hace especial hincapié en aquellos propulsados por combustible diésel, que los considera «clave» en el aumento de la contaminación. Numerosas ciudades europeas ya han anunciado que a partir de 2025 no dejarán circular a coches o camiones de gasóleo.

Problema generalizado

Como adelantó ayer Levante-EMV, València superó el pasado año los niveles recomendados por la OMS en gases contaminantes NO2 y también en partículas PM2,5, las más nocivas para la salud. Mientras que las seis estaciones de la red oficial de Conselleria miden un máximo anual de 30 microgramos de dióxido de nitrógeno, los 39 puntos monitorizados el año pasado por València per l'Aire concluyeron que el promedio medio anual fue de 49 ug/m3. El motivo es que los sensores del colectivo se ubicaron «en las plazas y calles de la ciudad, donde realmente hacen vida las personas», explicaron.

La red oficial de Conselleria de Medio Ambiente sí detectó en cambio que se superaron los valores máximos anuales recomendados por la OMS en partículas PM2,5, aunque por debajo del nivel máximo que establece la legislación española.

Cambio de ubicaciones

Por este motivo, desde Ecologistas en Acción, que forman parte de la plataforma València per l'Aire, han solicitado a Conselleria de Medio Ambiente que reubiquen los puntos de control de las estaciones situadas en la ciudad «garantizando así el cumplimiento de los criterios» de la ley que se modificaron en 2017, y de esta manera obtener medidas más reales de la calidad del aire de la ciudad.

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