Arquitectos y urbanistas debatieron ayer en el salón de actos del Botánico sobre la evolución de la ciudad en la última década. En la mesa redonda, organizada por la Asociación Amigos de la Nau Gran, intervinieron Alejandro Pons, arquitecto y asesor en temas urbanísticos del alcalde, Joan Ribó, quien explicó el giro que el Govern de la Nau ha dado al urbanismo de la ciudad, revertiendo políticas del anterior gobierno como la recalificación de la huerta en la revisión del PGOU o los derribos en el barrio del Cabanyal. Pons admitió que otra reversiones, como la de la huerta de la ZAL, son prácticamente imposible por la responsabilidad patrimonial que acarrearía. Alejandro Pons cuestionó proyectos como la ATE de Mestalla, que se hizo, dijo, «pasando por encima del ayuntamiento» y que en la actualidad es un callejón sin salida.

El arquitecto José María Tomás explicó, por su parte, el proyecto de remodelación de la plaza de la Reina, que firma junto con Antonio Escario, y que es una de las grandes apuestas del gobierno tripartito del Ayuntamiento de València, formado por Compromís, PSPV y València en Comú, para dignificar y recuperar el espacio público para el peatón. El público asistente apuntó sobre la propuesta de Tomás-Escario que era una obra demasiado dura, mientras el arquitecto defendió que el objetivo es quitar objetos y limpiar la plaza para recuperar su escala monumental.

El ingeniero y urbanista Joan Olmos por su parte defendió las nuevas políticas de movilidad sostenible frente al anterior modelo de «ciudad mercantilista».