Arquitecto de formación, el exlíder de Duncan Dhu (Caracas, 1965) lleva más de media vida dedicado a la música. Recién cumplidos los 50 y padre de cinco hijos, el músico prepara la gira de su disco, Corazones, el noveno en solitario. En él refleja su experiencia a raíz del problema cardiaco que superó hace dos años.

"Una mañana me desperté en la planta de los corazones rotos. Bailando sobre la cornisa de la vida": así presenta su nuevo disco. El corazón le dio un susto, y le ha dedicado 16 canciones. ¿Cuál es su mejor recuerdo de aquellos días?

Sentir el cariño de mucha gente.

¿Escuchaba música en el hospital?

La verdad es que no. Si acaso, leí algo. Pero la verdad, estaba sumido en mis pensamientos. De ahí surgieron las primeras ideas para el disco.

Su single habla de El hombre que hay en mí

Semimaduro, indeciso, curioso, inquieto, fiel.

¿En qué le ha cambiado su paso por la UCI?

En calidad de vida. Mis hábitos son más sanos. Por fuera y por dentro. Y mi escala de valores, muy distinta.

El 2013 fue un año de emociones fuertes; también volvió al ruedo temporalmente con Duncan Dhu. ¿No le cuesta volver a cantar Cien gaviotas

El regreso fue muy emotivo, fue bonito desenterrar su repertorio. Evidentemente hay temas que cansan más que otros, ¡pero Cien gaviotas es incombustible!

¿En qué se diferencia este disco de lo anterior? ¿Más autobiográfico?

Es el más personal, con diferencia. Todas las letras hablan de mí. Es un disco escrito en primera persona.

Suena setentero. Eléctrico, un poco Beatles. ¿Rinde tributo a sus mitos? ¿Cuáles son?

Los setenta en general, los Beatles en particular, son mis influencias. No puedo evitar que salgan a flote.

Dedica una canción a su hija pequeña, Dakota. ¿Es distinta su paternidad ahora, a los 50?

Sí, ahora disfruto más. Aunque mi paciencia ha disminuido.

Es usted un valiente. Cinco hijos en estos tiempos?

Cinco hijos es mucho rock & roll, pero yo sólo vivo con tres. Los cinco se juntan en Navidades y poco más.

Su secreto para la convivencia en paz de una familia numerosa.

Es imposible que haya paz en una familia numerosa. ¡Sobre todo a la hora de la cena y el baño!

¿Sigue alguno sus pasos?

No. ¡Pero no pierdo la esperanza! Los pequeños tienen 1 y 4 años.

El peor defecto de esta sociedad.

La velocidad.

¿Qué habría que hacer para dejar un mundo más digno a los hijos?

Compartir riquezas, cuidar el medio ambiente.

Tras la angina de pecho, ¿ha dejado de correr maratones?

¡Ahora corro medios maratones!

¿Sigue una dieta especial?

Cardiosaludable, mediterránea. Ahora he descubierto las verduras.

El último libro que le haya gustado.

Juego de tronos; estoy enganchado.

Una pasión al margen de la música.

El cine. Es mi vocación frustrada.

Una película para recomendar.

Dos: La isla mínima y Birdman.

Un pensamiento que le dé paz.

Una buena canción, en la radio.

¿A qué teme?

Al paso del tiempo.

Contra la corrupción...

Paredón.