Atrás han quedado los móviles de teclas enormes y pantallas pequeñas: ahora los mayores tienen smartphones, envían mensajes por Whatsapp y algunos hasta actualizan su perfil de Facebook. Muchos no quieren pasar de ahí, pero otros siguen aprendiendo para superar la brecha digital que los separa de las generaciones que han nacido con una pantalla en la mano. Solas o con ayuda, las personas de edad avanzada irrumpen en Internet.

Levante-EMV ha salido a las calles de Valencia buscando a mayores con ganas de contar su experiencia con la tecnología. Empezar no es fácil, pero es cuestión de voluntad. Como explica Carmen Tormo, su hija quiere que tenga Whatsapp y ella está deseando aprender a usarlo. Otros como Vicenta Ferris van más allá y hasta asisten a clases de informática para manejarse con el ordenador. Y también los hay autodidactas, que no necesitan a nadie para iniciarse poco a poco en su teléfono móvil.

En cuanto a los jóvenes y su relación con la tecnología, los mayores se ponen de acuerdo: están enganchados. "Viven atrapados al móvil, andando como bobos por la calle", cuenta José Marzo. Tormo es más positiva: "Veo bien que estén enganchados a la tecnología porque es el futuro".

Aunque las personas de mediana edad también se incluyen en los adictos a las pantallas, como Ana Mª Martínez, que llega a decir que prefiere vivir sin coche que hacerlo sin móvil. Por su parte, Julia Llepes ha enseñado a sus padres a usarlo y lo tiene claro: "A los ancianos les ha costado enseñarse pero ahora también están enganchados".