Pese al avance vertiginoso de las nuevas tecnologías, todavía hay lugares donde es imposible conectarse a Internet. Sitios remotos sí, pero también zonas rurales más o menos aisladas donde la intensidad de la señal no es suficiente para poder navegar, enviar un WhatsApp o un correo electrónico con garantías.

Para solucionar este inconveniente existe la tecnología vía satélite, con la cual nos podemos conectar desde cualquier sitio: una isla desierta, en el profundo océano o en la montaña más escarpada. Si bien el coste de los equipos y los cargos siguen siendo elevados, se han reducido mucho con respecto a hace unos años. A continuación os presentamos varias formas de estar 'online' en mitad de la nada.

Un teléfono vía satélite

Existen en España varias compañías que ofrecen servicios de conectividad vía satélite (BICCOM, Quantis€). La conexión se realiza a través de una operador satelital (Iridium, Thuraya o Inmarsat), que ofrecen cobertura con satélites estratégicamente colocados en la órbita baja terrestre.

En este caso se exige disponer de un teléfono vía satélite. Cada operador dispone de sus propios modelos, que no son para todos los bolsillos. El precio de uno de estos dispositivos ronda los 1.000 euros.

Teléfonos satelitales: Iridium 9575, iSatPhone 2 y Thuraya XT-LITE.

También es posible alquilar este tipo de terminales a un precio que puede rondar los 90 euros a la semana.

Otra opción son las carcasas, que se adaptan a diferentes modelos de móviles (iPhone, Samsung€). La carcasa se ajusta al celular y lo transforma en un teléfono vía satélite.

Algunos modelos, como la SatCase, funcionan sin necesidad de albergar un móvil. Esta carcasa resulta muy útil para situaciones de emergencias. Tienen su propia batería y disponen de un botón del pánico que si se presiona envía las coordenadas de GPS y un mensaje urgente a alguien que nos pueda echar un cable.

A todo estegasto hay que añadir la contratación de una tarifa de datos (mensual o anual) o bien comprar una tarjeta prepago.

Mini antena parabólica

Por unos 800 euros podemos también comprar una mini antena parabólica que nos sacará de cualquier aprieto. La iSavi se conecta a la red Inmarsat y permite conectarse a Internet desde cualquier 'smartphone', tableta o portátil previa descarga de una aplicación. La conexión de datos es de hasta 300 kilobytes por segundo.

Esta parabólica crea además una red Wi-Fi con un radio de alcance de unos 30 metros. El precio de las llamadas es de algo más de un euro por minuto, mientras que el uso de Internet ronda los 6 euros el mega.

Proyecto Lantern

Pese a que todavía es un proyecto en desarrollo, cabe destacar la iniciativa Lantern. Se trata de un pequeño dispositivo con conexión Wi-Fi que da acceso gratuito a la Red de redes a través de satélites desde cualquier lugar del planeta.

Lantern funciona con energía solar, aunque también puede recargarse vía microUSB. Su batería tiene una duración de 12 horas, que se reduce a 4 si está activa la señal de Wi-Fi. Su precio sería de algo más de 100 euros.