Los productores de uva de mesa de la comarca alicantina del Vinalopó han comenzado las tareas de embolsado de los racimos de uva que nos comeremos durante la próxima nochevieja. La tardía maduración de la variedad de uva cultivada —Aledo— y los efectos derivados del embolsado (que además de proteger de insectos, plagas y condiciones meteorológicas adversas retrasa la maduración del racimo y produce una baya de piel más fina y delicada) hacen posible que la uva pueda ser vendimiada durante los últimos meses del año para que llegue a nuestros hogares en perfectas condiciones para su consumo.

El embolsado de racimos de uva es una característica única que distingue a la uva del Vinalopó, comarca en la que se produce cerca de la mitad de la uva de mesa que se consume durante la última noche del año. En la actualidad, más de dos mil hectáreas se dedican al cultivo de esta uva, con una producción de alrededor de 250 millones de racimos embolsados.

Coincidiendo con el arranque de la temporada de embolsado, el ayuntamiento de Novelda celebró el pasado fin de semana la tercera edición del Concurso de Embolsado de Uva de Mesa. Las instalaciones de la bodega Heretat de Cesilia volvió a convertirse en escenario de un certamen que pretende poner en valor una tradición única y que mide la destreza y rapidez a la hora de embolsar racimos de uva por parte de los participantes.

La producción de la uva de mesa del Vinalopó está supervisada por el Consejo Regulador «Uva embolsada del Vinalopó», que realiza exhaustivos controles sobre todo el proceso y garantiza con su sello de calidad la procedencia y cualidades de los racimos comercializados.