Bodegas Murviedro, filial española del grupo suizo Schenk con sede en el término municipal de Requena, acaba de cerrar la compra de la finca Casa lo Alto, según a confirmado a Levante-EMV el director general de la compañía vinícola, Marc Grin. Con esta operación, Murviedro completa un proyecto iniciado hace poco más de un año con la adquisición de varias hectáreas de viejos viñedos de Bobal en los dominios de la DOP Utiel-Requena y la construcción -todavía no están finalizadas las obras- de una bodega «urbana» en el centro del casco antiguo de Requena, en una cueva dentro del barrio de La Villa.

La compra de Casa lo Alto incluye una extensión de terreno de más de 155 hectáreas, de las que 60 corresponden a viñedo (en su mayoría viejas cepas de Garnacha y Bobal pero también de Cabernet Sauvignon, Chardonnay y otras uvas foráneas), con la opción y derechos para plantar 10 hectáreas más. Además la finca cuenta con tres edificaciones: una casa de recreo, una vieja bodega (ambas construidas en 1796) y una bodega para vinificación y crianza. La finca se encuentra dentro del termino municipal de Venta del Moro.

Para Marc Grin, con esta adquisición «damos un paso al frente en nuestro proyecto de enfocar nuestra filosofía de trabajo hacia el terruño para poder producir vinos que expresen las cualidades de esta región vitivinícola y sus uvas». Sobre el montante de la operación, Grin ha manifestado que «el proyecto prevé una inversión total de dos millones de euros, incluyendo la rehabilitación de la vieja bodega y la casa de recreo, donde queremos construir un centro de enoturismo y un hotel rural».

La bodega, hasta ahora propiedad del grupo Haecky, funciona con absoluta normalidad, aunque sus vinos se comercializaban hasta ahora exclusivamente en el mercado suizo. En este sentido, el director general de Murviedro ha comentado que «la idea es que Casa lo Alto funcione como una línea distinta a la de Murviedro. Las tres personas que se estaban haciendo cargo de las instalaciones seguirán en sus puestos, y durante los próximos meses, además de las obras de rehabilitación, trabajaremos en el rediseño de sus vinos para comenzar lo antes posible a comercializarlos también en el mercado local. La idea es que todo esté terminado en un plazo no superior a un año y medio».

Sobre el resto de proyectos que está desarrollando Murviedro en la zona de Utiel-Requena, Marc Grin reconoció que «las obras de la bodega urbana de La villa están muy avanzadas, y antes de que termine el año estaremos en disposición de inaugurar el nuevo recinto». Todos estos proyectos coinciden en el tiempo con la celebración del 90 aniversario de Murviedro, efeméride sobre la que la bodega planea diversas iniciativas para potenciar la imagen de calidad de sus vinos.