La Diputación de València ha sacado a licitación las obras de la variante norte de Bétera, que permitirá sacar del casco urbano buena parte del tráfico que se ve obligado actualmente a cruzar este municipio del Camp de Túria. Según estima la administración provincial, con este nuevo vial Bétera se podrá ahorrar el paso por sus calles de más de 12.000 vehículos al día. El proyecto está presupuestado en una inversión de 18,5 millones de euros y está previsto que comience a ejecutarse durante este mismo año 2019.

Esta variante servirá para desahogar el tráfico procedente de la CV-310 que va de València a Nàquera y Serra, la CV-336 que va de Bétera a San Antonio de Benagéber y la CV-333 que va también desde Bétera hasta Olocau. Estas tres carreteras, todas ellas consideradas de «elevada intensidad» por la diputación, confluyen precisamente en el casco urbano beterano. Así, el tráfico -que incluye el paso de vehículos pesados- se ve obligado a transitar por calles estrechas del municipio, lo que genera situaciones de estrés tanto para los conductores como para los propios vecinos del entorno de la travesía. Asimismo, se convierte en un «riesgo añadido para la seguridad vial», según explica Pablo Seguí, diputado del área de Carreteras.

El nuevo vial discurrirá desde el sureste al norte del núcleo urbano, de manera que conectará la carretera procedente de València con la CV-310 hacia Nàquera y Serra. De este modo, además de sacar el tráfico del casco urbano, se tratará de facilitar los accesos al municipio desde la carretera y a los polígonos industriales de l'Horta Vella y el Pla. Además, dispondrá de una vía ciclopeatonal de 2,30 metros de anchura en la margen izquierda para usuarios no motorizados.