Como era de esperar, el diputado de Compromís Joan Baldoví se ha unido a la estrategia de sus socios de ERC de no responder a las preguntas de determinados medios de comunicación en la sala de prensa del Congreso de los Diputados.

Baldoví, ex alcalde de Sueca, que mandó echar de un pleno a varias personas que llevaban unas camisetas reivindicativas, del estilo de las que llevaba Oltra para incriminar a Camps, recordó al periodista que le formuló varias preguntas, sin obtener ninguna respuesta, el código deontológico periodístico. Se lo recordó precisamente una persona que ha faltado al decoro y a la buena educación en innumerables ocasiones a determinados diputados y que ha protagonizado varios episodios absolutamente lamentables en el hemiciclo.

Azote de la derecha en los casos de corrupción, Baldoví estuvo de invitado en La Noche en 24 horas, el programa que dirige y presenta Xabier Fortes. Ni el propio Xabier Fortes ni ninguno de los periodistas que había esa noche para debatir sobre temas de actualidad, le preguntó al diputado de Compromís sobre la gestión de los centros de menores tutelados, donde el ex marido de la vicepresidenta del Consell Mónica Oltra ha sido condenado por abusos a una menor.

Tampoco se excusó tras el archivo de la causa contra varios dirigentes del PP por el conocido como caso “Pitufeo” que provocó la caída de Rita Barberá como alcaldesa de Valencia.

Algunos partidos y algunos políticos como el señor Baldoví, saltándose, según les convenga claro, una de las normas fundamentales del estado de Derecho como es la presunción de inocencia cargaron contra Rita Barberá y contra todo el equipo de Gobierno del PP. Pese a la absolución también del señor  Francisco Camps, nadie de la oposición ha pedido perdón por ello.

Baldoví defensor de un pateador de policías como Alberto Rodríguez cargó contra el portavoz de Vox  Espinosa de los Monteros, tras haber sido condenado  por el Tribunal Supremo por tratar de eludir el pago de las obras de su chalé y pidió su dimisión, No se pronunció en iguales términos en el caso de Alberto Rodríguez también condenado por el Supremo, pero esta vez por agredir a un policía, de quien dijo textualmente que era “un buen diputado”.

Bueno, así entiende cierta izquierda las resoluciones judiciales. Las acata cuando le son favorables y las crítica en caso contrario.

Pero volviendo al tema del artículo, la postura de Compromís de censurar a determinados medios de comunicación y a periodistas que están realizando la labor de informar es un atentando contra la libertad de información, más si cabe cuando esto se hace desde el Congreso de los Diputados,  que es la sede de la soberanía popular.

Entre las obligaciones de los políticos entre otras muchas razones porque le pagamos su sueldo de nuestro bolsillo está la de someterse a las preguntas de los periodistas. Sean de su agrado o no.