Putin ha bombardeado las instalaciones eléctricas para cortar el suministro de gas, luz y agua a los ucranianos. Con el invierno cerca, la situación para muchas familias va a ser muy duro. No solo las bombas matan, también el frío y el hambre.

El dictador ruso sabe que está perdiendo la guerra y trata de cebarse con la población civil, como ha hecho bombardeando escuelas, teatros y hospitales.

Los avances en el frente por parte de las tropas ucranianas están haciendo retroceder al ejército ruso que está replegándose de muchas ciudades. Una derrota que nadie auguraba hace solo unos meses.

Cuando se cumplen ocho meses de guerra,  Putin solo ha conseguido anexionar cuatro territorios, y bajo una falsa de un referéndum.

Las sanciones económicas y el aislamiento internacional, solo Corea del Norte, Irán, Nicaragua y Venezuela están del lado de Putin y no han condenado la agresión a un estado soberano como es Ucrania, dejan a un Putin cada vez más solo y aislado, lo cual lo hace más peligroso.

La propagando rusa ha difundido un bulo, según el cual Ucrania podría estar preparando un ataque con una “bomba sucia” que solo busca incrementar los ataques contra la población civil.

La hipótesis del uso de armamento nuclear por parte de Putin ante el fracaso de las operaciones militares no es nada descartable en el actual escenario bélico.