El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero participará en varios actos durante la presente campaña electoral, apoyando a Pedro Sánchez. En los últimos días le hemos visto concediendo entrevistas en varios medios de comunicación, donde ha sacado pecho, arrogándose la victoria del fin de la banda terrorista ETA.

No es momento de hacer balance de sus años como presidente del Gobierno donde hubo aciertos como algunas leyes que se aprobaron, pero también muchos errores, como fue la precipitada salida de Irak o negar la crisis económica de 2007 y 2008 con las hipotecas basura y las consecuencias que de ella se derivaron. Entre 2009 y 2010 España perdió dos millones de empleos, el déficit público creció a tasas del 11,3% y el sistema financiero se situó al borde la quiebra en la mayor crisis económica de los últimos cincuenta años.

España tenía entonces un grave problema de sobreendeudamiento y la solución por la que se apostó fue tirar de la chequera y endeudarse aún más de lo que estaba. Esa misma política la han seguido todos los gobiernos socialistas.

El resultado de aquello, tras negar la crisis y decir que España estaba en la Champions league de las economías mundiales, fue que nuestro país entró en una grave recesión de la que ha tardado mucho tiempo en salir.

Sin embargo, escuchando estos días a Zapatero en las entrevistas que ha concedido parece que los periodistas le han perdonado que engañara al país, negando una crisis que otros vaticinaban y que en lugar de tomar medidas para anticiparse se actuó de forma improvisaba.

Tras dejar el Gobierno,  Rodríguez Zapatero tuvo un papel de mediador en  Venezuela para tratar de acelerar un proceso democrático en el país que posibilitara la convocatoria de unas elecciones libres y  democráticas. Nada de esto se ha conseguido. Nicolás Maduro sigue aferrado al poder, encarcelando a la oposición, cercenando derechos y libertades y sin visos de que se celebren unas elecciones democráticas con todas las garantías, donde el pueblo venezolano se pueda expresar con total libertad.

Pedro Sánchez ha encontrado en Rodríguez Zapatero que no lo apoyó cuando fue elegido secretario general un aliado frente a la corriente de división que hay ahora mismo en el PSOE, liderada por García Page o Javier Lambán.