Solo unas horas después de que el presidente francés Emmanuel Macron insinuara como una opción el envío de tropas terrestres a Ucrania para derrotar a Rusia, insinuación que después fue matizada por el canciller alemán Olaf Scholz, descartando el envío de tropas a Ucrania, el mandatario ruso ha amenazado con utilizar armamento nuclear, si hay una incursión de tropas occidentales en su territorio.

Que cada cual saque sus propias conclusiones, pero yo sí que me tomaría en serio las amenazas de Vladimir Putin, máxime cuando la guerra no le está saliendo como él pensaba en un primer momento. De aquel paseo triunfal que se dio en el Donbás a los dos años de guerra que acaba de cumplir la invasión rusa, sin que Rusia haya conseguido sus objetivos militares.

En la mayoría de los casos, la carrera armamentística se ha utilizado como un elemento de disuasión, pero Putin es un loco capaz de cualquier cosa.

Rusia posee armamento atómico y hasta el momento no ha sido empleado en la invasión de Ucrania.

La ayuda de Occidente debe limitarse al envío de armamento militar y, en ningún caso, al envío de tropas que añadiría todavía más drama y dolor a la guerra.