Las autoridades han alertado a los conductores para que mantengan los ojos abiertos ante una nueva táctica que los ladrones están poniendo en marcha para robar coches fácilmente y sin riesgo para ellos aunque sí para el propietario del automóvil, que puede llegar a ser incluso arrollado.

Esta nueva táctica ha sido bautizada como la táctica de la botella porque es una botella de plástico lo que los cacos utilizan para obligar al conductor a abandonar su coche.

En qué consiste la táctica de la botella

El robo comienza en una gasolinera. Cuando el conductor se detiene para poner combustible en una estación de servicio y entra a pagar, uno de los ladrones aprovecha el momento para colocar una botella de plástico entre el neumático y el guardabarros del lado del acompañante. ¿Por qué aquí? Porque al salir el conductor y subirse de nuevo al turismo, no se dará cuenta de la presencia de los ladrones y, por tanto, no frustrará sus intenciones.

La botella queda perfectamente encajada entre el guardabarros y el neumático de modo que, al moverse el vehículo, no caiga al suelo, sino que se mantenga en su lugar.

En cuanto el automóvil comience a desplazarse, la botella de plástico creará una fricción contra el neumático girando que generará un intenso y extraño ruido. Se trata de un sonido que inmediatamente cualquier conductor identificaría con algo que no está en su sitio o que se ha desprendido, lo que le llevará a detener el turismo para comprobar qué sucede.

Ojo con la nueva táctica de la botella de plástico para robar los coches fácilmente.

Es en este momento cuando los cacos aprovechan para hacerse con el vehículo, puesto que lo habitual es que el conductor pare el automóvil pero ni detenga el motor ni, por supuesto, quite las llaves de contacto. Y es que lo más común en este tipo de situaciones es que quien pilota el coche pare inmediatamente la marcha para ver qué ha sucedido y si está arrastrando algo que no debe.

Ante esta situación, las autoridades recomiendan extremar las precauciones y salir siempre del vehículo con las llaves fuera del contacto para evitar en lo posible que esto ocurra. Asimismo, alertan del peligro que supone este robo no para los ladrones, pero sí para el conductor del automóvil que intentan sustraer debido a que en el forcejeo puede ser arrastrado e incluso arrollado por el coche que acaban de llevarse.