Gerard Bellalta, empresario catalán cuyas ventas caen en más de un 60 % por expresar su españolidad en Cataluña y que se considera catalán de pura cepa y español, hace unas manifestaciones que me dejan impresionado y las veo casi increíbles. Dice que se avergüenza de ser catalán, pues está harto de que todos los días haya agresiones a los que no piensan como los independentistas, del odio que tienen a España y al resto de los españoles, y del adoctrinamiento infantil en las escuelas avorable a los secesionistas. Harto de los medios de comunicación -TV3 incluida- que siembran el odio continuamente en la sociedad catalana, ya de por sí muy dividida. Harto de los curas y obispos que respaldan en sus homilías catalanistas a los que ayer quemaban sus templos. Harto de que pocos catalanes se enfrenten a la realidad, el de una región que antes de 50 años será mayoritariamente musulmana. Despotrica sobre impuestos revolucionarios pagados por empresarios a Jordi Pujol y Marta Ferrusola y llama a los secesionistas escoria separatista y ladrona. Parece increíble lo que dice pero han comprobado que es cierto. Francisco Javier Sotés Gil. València.