No es una sorpresa ver cómo sigue el deterioro de varios barrios de la ciudad de València. Los más próximos y que me afectan son Canyamelar y Cabanyal. El alcalde dijo que nada más tomar posesión invertiría en darles una vida a los barrios afectados por el abandono y el deterioro. La venta de droga va en aumento e incluso ofrecen en la calle como algo muy normal, la policía nunca está cuando más se la necesita y esta situación la venimos soportando décadas; lo único que cambia son los partidos políticos y los individuos, pero nada más. La clase política, la mayoría de veces, hace caso omiso a los problemas que pueden afectar a los vecinos con una convivencia insostenible, peleas, música a todo volumen, droga e incluso alguna pelea que otra con animales. Sólo salen a la palestra cuando llegan las elecciones, entonces la boca se les llena de promesas que hasta ellos mismos saben que no van a cumplir ni en una mínima parte.

Joan Ribó y Mónica Oltra eran el azote contra el Partido Popular recriminando la falta de inversión en barrios conflictivos como los anteriormente nombrados, pero ellos siguen actuando del mismo modo que tanto criticaban en el pasado y no quieren reconocer que no saben gestionar la situación por la que llevamos años luchando algunos. Mi mayor alegría sería que este señor y su partido perdiesen su cargo en el ayuntamiento y se marchase a dar clases. Tal vez para ese trabajo sea más apto porque como alcalde es de lo peor que hemos podido tener los valencianos y las valencianas. Matilde Bartual Sánchez. Llíria.