El cuerpo de la mujer ha ido siempre acorde con esta sociedad patriarcal, pues siempre hemos estado presionadas por los ideales y las modas, con la finalidad de satisfacer al hombre. Nuestro cuerpo siempre ha estado cosificado: más gordas, menos gordas, más sumisas, menos sumisas, pero siempre manteniendo esta realidad. El cuerpo de la mujer nunca fue de la mujer.

¿Tú, mujer, porque te depilas? Está claro, que la depilación ha sido siempre por presión social, pues el vello se considera un defecto, cuando realmente es algo natural y a diferencia de la mujer, aceptado para el hombre. Siempre, para adaptarnos a los patrones, depilamos algo que realmente está para proteger, aunque todo esto siempre ha sido promovido por diferentes factores, los cuales han hecho que se normalice la depilación y nos alertemos cuando una mujer no está depilada. La presión social ha hecho de la depilación, algo que es totalmente optativo, lo ha convertido a algo obligado por estética. Debemos normalizar el no ir depilada, pues es nuestro cuerpo, y da igual cual sea la decisión, debemos respetarla y aceptarla. Normalicemos el ser una misma.