Pilar Olaya, Vila-real

Era una de las noticias más esperadas y finalmente se ha producido. La junta directiva de la Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobó ayer que Vila-real sea sede del partido amistoso entre España y Chile, el próximo 19 de noviembre. El tirón de los tres internacionales amarillos Joan Capdevila, Santi Cazorla y Marcos Senna más las magníficas instalaciones que ofrece El Madrigal, con la nueva grada visitante, única en España, ha convencido a la RFEF para que sea el feudo amarillo el próximo escenario donde juegue la Roja.

Han tenido que pasar nueve años para que la selección española vuelva a La Plana Baixa. El último y único partido que disputó el combinado nacional en Vila-real fue el 5 junio de 1999 dentro de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2000 de Bélgica y Holanda, contra San Marino.

En esta ocasión no se trata de un partido clasificatorio aunque el rival, la selección chilena, es un aliciente para la afición amarilla, pues no hay que olvidar que una de las estrellas del combinado sudamericano es el futbolista del Villarreal Matías Fernández. Compatriota a su vez del técnico Manuel Pellegrini, quien es uno de los candidatos a ocupar el banquillo de seleccionador cuando acabe su periplo europeo.

La confirmación de que Vila-real fuera sede del próximo encuentro de la selección española la recibió en persona el consejero delegado amarillo, José Manuel Llaneza, quien precisamente se encontraba en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas en la junta directiva de la RFEF, en la que aparte de decretar el escenario del próximo encuentro de España también se trataron otros temas.

El directivo del submarino se mostró muy satisfecho con la respuesta de la RFEF a la petición que el club le realizó al presidente, Ángel María Villar, durante el partido entre Villarreal y Liverpool el pasado 30 de julio, que sirvió para homenajear a los campeones de la Eurocopa de ambos equipos.

Roig: «Es un honor»

Inmediatamente José Manuel Llaneza le trasladó la decisión al presidente Fernando Roig, quien confesó que «es un gran honor para Vila-real y para toda la provincia de Castelló que la selección española juegue aquí», indicó.

Además, el hecho de que el partido sea frente a Chile es para el propietario del club amarillo «algo doblemente especial, pues entre nosotros hay dos chilenos como es el técnico Manuel Pellegrini y el jugador Matías Fernández».

Para Roig también es un motivo de alegría que el combinado nacional dé uso a las nuevas instalaciones de El Madrigal, con una grada visitante única en el país, que ha aumentado la capacidad del estadio en 25.000 espectadores. «Para nuestro club es una doble satisfacción poder albergar este partido, porque nos hemos esforzado mucho para que el Villarreal tenga un estadio como el actual, en el que se puede albergar cualquier competición de máximo nivel. Poder jugar en él la Liga de Campeones y que vuelva la selección no hace muy felices», sentenció.