Carlos Rodríguez, Onda

El ondense Pasqual Herrero Vicent, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia, se ha convertido en el primer español en conseguir uno de los ocho galardones Hunter Douglas que se otorgan en el concurso internacional Archiprix, convocado por la fábrica Van Nelle de Rotterdam, que premia bianualmente, desde el 2001, una selección de los mejores proyectos fin de carrera en los campos de arquitectura, diseño urbano y arquitectura del paisaje.

La dotación económica es de 2.000 euros, aunque lo que más valora el futuro arquitecto es la divulgación del trabajo en una publicación de ámbito internacional y el hecho de saber "que no estoy entre los peores", explica humilde Pascual Herrero ante la evidencia de estar entre los mejores.

Pasqual Herrero, de 24 años, obtuvo este galardón gracias a un trabajo para la Escuela de Arquitectura sobre el casco antiguo de Velluters, tutorado por Manuel Lillo, Ignacio Bosch, Vicente Colomer y Fernando Menis. En el concurso estaban invitadas todas las universidades y escuelas del mundo, que debían seleccionar sus mejores proyectos, para observar las actuales tendencias globales en diseño y arquitectura. El objetivo de los premios es estimular la incorporación de diseñadores con talento en el mundo de la práctica profesional.

"No me esperaba ganar porque la calidad de los trabajos era muy alta, pero la verdad es que trabaje mucho, así que me tomo el galardón como un reconocimiento muy apreciado", afirma Herrero, que no pudo acudir a la entrega de premios en Uruguay.

El proyecto de final de carrera presentado por Pascual Herrero comprendía la remodelación de un casco antiguo de Valencia, un barrio antiguo muy artesanal que el joven arquitecto imaginó revitalizado y con la misma identidad que la época anterior a 1970.

El último de una larga lista

Sin embargo, este no es el único premio que ha conseguido Pascual Herrero, ya que también ha conseguido un segundo puesto en el concurso de Lladró tras quedar primero en 2008. Ahora espera acudir a Suiza para aprender junto a los arquitectos Herzog y de Meuron, que construyeron el estadio olímpico de Pekín.

A pesar de vivir en Valencia, Pascual Herrero se emociona cuando se le pregunta por el casco antiguo de Onda. De hecho, fundó una asociación para revitalizar el patrimonio local. "Me interesa muchísimo", asegura, consciente de su potencial para el desarrollo turístico. Pero además, no se queda aquí. "Veo el casco antiguo como una zona de residencia de primera calidad, de hecho, me encantaría vivir allí algún día". Pero, para él, "habría que contrarrestar la falta de infraestructuras y actuar en las casas degradadas".