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El XV Trofeo Amaro González se quedó en Alicante. El CD Castellón sucumbió en su primer partido de pretemporada donde evidenció falta de rodaje. Faltan ajustar muchas cosas. Falló en demasía el equipo de David Amaral en ataque. Controló la situación hasta que llegaron los cambios. No es preocupante el tropiezo ante un rival de Segunda B, pero al equipo le urge la llegada de los refuerzos. En especial la figura de un organizador. Tiempo queda por delante para engrasar la maquinaria, pero el test de ayer llegó para un aprobado justito, con la ayuda del comodín.

En el primer once de la pretemporada Lledó comenzó de titular. La línea defensiva presentó a Zamora en el lateral diestro y a Diego Reyes en el zurdo, con César y Pol de centrales. En el dibujo táctico que estamos viendo en las últimas temporadas (4-2-3-1), el doble pivote fue para Enguix y Pendín, con Gari Uranga de improvisado extremo derecho, el canterano Toño en el izquierdo; con Jonatan Valle de enganche, por detrás de Leo Ulloa.

La mano de Amaral se está empezando a notar. Orden, buen despliegue, posesión del balón, no arriesgar innecesariamente, construir bien desde atrás y mucha concentración. Hay trabajo, mucho trabajo que hacer, pero al menos se empieza a ver algo. Tampoco se defiende con las líneas muy adelantadas. La seguridad es otro factor que tiene muy en cuenta el preparador tinerfeño.

Jonathan Valle, de libre directo desde la frontal, envió el cuero a las manos del arquero local Alberto, en el minuto 16. Cinco más tarde, la mejor ocasión fue para Ulloa que perdió el sentido de la orientación de la portería alicantina y su remate se perdió por la derecha. El partido se fue apagando a medida que las manecillas del reloj se aproximaban al descanso. En el 38 hubo un pequeño sobresalto, pero el remate de Sergio Postigo lo atajó el sevillano Lledó sin excesivos problemas.

Sin goles acabó el primer tiempo y con cuatro cambios en las filas del Castellón arrancó la segunda parte. Pedro entró al lateral derecho; Zamora ocupó la vacante de César Martín en el eje de la zaga; Guzmán se encargó del carril diestro; Mantecón suplió a Ximo Enguix en el doble pivote; y Gari Uranga se reubicó a la banda izquierda y el canterano Toño se marchó a la ducha. Instantes después debutaron los dos brasileños, Rómulo y Rogério.

El conjunto albinegro siguió llevando la voz cantante, pero sin imponer en exceso. El árbitro estuvo muy permisivo con los jugadores locales. Ulloa tuvo dos claras ocasiones para adelantar al Castellón, pero no pudo superar al meta local. Fue una lástima. El conjunto albinegro se fue desmoronando con el paso de los minutos. Perdió fuelle.

Y se veía venir. Después de un descaradísimo agarrón sobre Rogério que el árbitro se saltó a la torera, en la siguiente acción de ataque local acabó con una falta escorada que botó Javi Salero y Nacho Calvillo, el más pequeño de los locales, se adelantó a la zaga y estableció el 1-0. Vaya error a la hora de ajustar las marcas.