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La Guardia Civil bautizó la caza de los dos delincuentes fugados de la prisión de Castelló 1 como operación Tocata01. Un mes después, el dispositivo ha terminado con la detención de Andrés Indalecio Ojeda López, marroquí de 26 años, un delincuente habitual vinculado a células islamistas y considerado por las fuerzas de seguridad como «alguien muy peligroso».

Las investigaciones para localizar a Ojeda y a su compinche –Fateh Elagi, que sigue fugado– se iniciaron en cuanto se tuvo conocimiento de la evasión el pasado mes de julio, según aseguró ayer la Subdelegación del Gobierno en Castelló.

El rastro de los prófugos apuntaba a las provincias de Murcia y Almería, donde Ojeda podía estar preparando su salto al extranjero. Según Interior, ya había afianzado su huida apoderándose del botín de varios robos violentos cometidos en el sureste español.

Ojeda, que se encontraba en prisión cumpliendo condena por múltiples delitos cuando escapó de la cárcel el pasado mes de julio, llevaba una pistola y una escopeta recortada en el momento de su detención. «Las dos armas estaban municionadas, alimentadas y preparadas para su utilización», según la Subdelegación del Gobierno. De haber podido hacerlo, las hubiera utilizado contra los agentes.

Durante la partida de ajedrez que jugó con sus perseguidores durante las últimas semanas, Ojeda demostró una «alta especialización, ya que adoptaba constantes medidas de seguridad en sus desplazamientos y en sus maniobras de ocultación». Su «oficio» complicó en buena medida la labor de búsqueda y detención de los agentes.

Además, según las fuentes policiales, el vehículo que utilizaba para sus desplazamientos estaba sustraído y portaba placas falsas para evitar ser detectado.

A Ojeda se le implica en los delitos de quebrantamiento de condena, tráfico ilícito de armas, robo con fuerza e intimidación, falsedad documental, daños y sustracción de vehículo.

Entre los efectos requisados al detenido hay una pistola Astra de de 9 milímetros y una escopeta recortada y modificada del calibre 12, además de munición para ambas armas.

También llevaba un teléfono, 2.000 euros y herramientas, como patas de cabra, mazas, guantes y pasamontañas utilizados para cometer robos. El turismo lo había sustraído en la provincia de Almería.