­¿Dónde están las cajas con documentación del caso Gürtel que quedaban sin desprecintar a finales de julio y que debían remitirse de Madrid a Valencia, cuando la causa aún estaba abierta? El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid afirma que salieron en su momento, mientras que en el de Valencia dicen que aquí no están.

La documentación afecta a los cabecillas de la trama en Madrid, Francisco Correa y Pablo Crespo, y al gerente de Orange Market, Álvaro Pérez. El juez madrileño consideró que debían ser imputados también en Valencia por los regalos de trajes a autoridades valencianas al tratarse de delitos conexos, como afirmaba la Fiscalía Anticorrupción. Las diligencias fueron archivadas por el TSJ valenciano cinco días después de esta decisión judicial.

El asunto de las cajas siempre ha sido polémico en este caso que afecta al PP de Madrid y que provocó una investigación al presidente Francisco Camps y a otros tres altos cargos del PP valenciano por un delito de cohecho.

Ya en su momento, el PP denunció ante el Consejo General del Poder Judicial que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se había ido de viaje sin remitir la causa a los tribunales autonómicos, cuando se inhibió en su favor porque la investigación afectaba a cargos aforados. Ello ocurría una semana después de que el juez dictara el auto de inhibición.

En este caso, la remisión de la documentación también obedece a una inhibición parcial de la causa que sigue investigando el TSJ de Madrid, donde siguen imputados Correa, Crespo y Pérez por los delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias.

El pasado 28 de julio el juez instructor del caso Gürtel en el TSJ de Madrid, Antonio Pedreira, remitió al TSJ de Valencia un auto por el que se inhibía a favor del TSJ de Valencia «para su unión al procedimiento del Tribunal del Jurado», de los hechos imputados a Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez «en relación con las eventuales entregas de prendas de vestir a Ricardo Costa, Francisco Camps, Rafael Betoret y Víctor Campos».

Al tiempo que levantaba el secreto respecto de estas actuaciones, el juez madrileño acordaba la «remisión de testimonio de algunos documentos». Y añadía que «aún no se ha concluido el levantamiento de precinto de documentación intervenida».

En este sentido, explicaba que «la documentación soporte de la inhibición que ahora se acuerda se encuentra incluida en el testimonio de las diligencias» que Baltasar Garzón remitió en su auto de inhibición del 5 de marzo.

El juez añade que, «con posterioridad, al irse avanzando en el volcado y levantamiento de precinto de los diversos soportes intervenidos», se ha acordado la «remisión de algunos documentos» a Valencia.

Pedreira añadía que se comunicara esta resolución al magistrado instructor del caso en Valencia, José Flors, «mediante el oportuno testimonio».

Fuentes oficiales del TSJ de Madrid manifestaron ayer que la documentación había salido hacia Valencia antes del verano, sin poder especificar la fecha porque el secretario de la Sala de lo Civil y Penal se encuentra de permiso. Mientras que en el TSJ valenciano siguen esperando esta documentación.

De otro lado, la decisión del juez madrileño está a punto de ser resuelta por el TSJ de Valencia, que el pasado 30 de julio recibió esta resolución y la notificó a las partes para que presentaran alegaciones a favor o en contra. Defensas y acusaciones tenían un plazo de cinco días, que finalizó el pasado 3 de septiembre, para mostrar sus posturas.

Una causa sin sentido

La cuestión sobre la imputación a Correa, Crespo y Pérez sera resuelta por la Sala de lo Civil y Penal del TSJ valenciano presumiblemente esta semana. Aunque, ahora ha quedado huérfana de todo sentido lógico y jurídico tras haber muerto la causa madre con el archivo de las diligencias principales dictado el 3 de agosto.

Cinco días después de que llegara esta resolución a Valencia, el TSJ dictaba el sobreseimiento libre del caso contra Camps, Costa, Campos y Betoret por un delito de cohecho, con lo que ya no hay nada a lo que deba adjuntarse.