­La plaga de picudo rojo que se detectó en la Playa del Pinar del Grau en 2007 sigue fuera de control y ya ha llegado al centro de Castelló. Así lo confirmó ayer la concejalía de Medio Ambiente de la capital de la Plana, que presentó a los medios de comunicación un tratamiento de prevención y cura que se aplicará en las palmeras de la ciudad.

Por lo pronto, los datos de la Conselleria de Medio Ambiente y los profesionales del sector de la jardinería indican que el número de ejemplares dañados oscila entre 300 y 450.

Tal como explicó el edil de Medio Ambiente, Gonzalo Romero, los primeros tratamientos se aplicarán en la avenida Capuchinos y se prolongarán la próxima semana en el Grau. Eso sí, la medida se aplica dos años después de la primera detección de la plaga.

El tratamiento consiste en la inyección en el tronco de la palmera de un insecticida que circula por la savia y llega a todos los lugares de la palmera, afectando de esta manera al picudo rojo que se encuentra oculto en el ojo de la palmera.

El brote de picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) que azota Castelló se detectó en 2007 en la playa del Pinar del Grau y según las estimaciones de la conselleria ya ha afectado a alrededor de 300 palmeras. A juicio de las empresas de jardinería, el número de ejemplares enfermos podría alcanzar los 450.

Agricultura estima que la principal zona de afección se sitúa en el área del Grau de Castelló-Benicàssim y que la enfermedad se encuentra relativamente controlada en Almassora y Moncofa. Para cada una de estas demarcaciones se mantiene un perímetro de seguridad de 5 kilómetros.

El picudo rojo es una especie de escarabajo originaria de las áreas tropicales del Sudeste Asiático y La Polinesia que irrumpió por primera vez en España por la introducción de palmeras de Egipto.