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El Villarreal B cayó por primera vez en casa en la Liga Adelante (0-2) frente a un Rayo Vallecano que supo sacarle todo el jugo posible a los dos goles que marcó en los primeros cuarenta y cinco minutos y que el filial del submarino, aunque lo intentó, no pudo contrarrestar en una segunda parte donde dominó de forma clara a su adversario.

En la primera parte, aunque la posesión del cuero estuvo repartida, fueron los madrileños los que estuvieron más acertados que los de Juan Carlos Garrido. Así, y a pesar de controlar el partido por momentos, el Villarreal B recibió el primer tanto en el minuto 32, cuando Pérez Montero señaló penalti tras unas discutidas manos en el área amarilla que Rubén Castro se encargó de transformar. El segundo gol llegó siete minutos después en una recuperación de los madrileños que, de nuevo Rubén Castro, remachó con una vaselina sobre el portero Juan Carlos.

Fue un mazazo duro para los locales, pues antes de la conclusión del primer tiempo ya llevaban en contra dos tantos que dificultaban la reacción pese a tener el aliente de los aficionados, que esta temporada se están volcando con el filial.

Mejoría en el juego

Tras la reanudación, el filial del submarino salió más «enchufado». Con rápidas transiciones, los amarillos se plantaban una y otra vez en el área del Rayo Vallecano, que achicaba balones como podía para no verse sorprendiendo a las primeras de cambio.

El primer aviso llegó cuando Joan Tomás enganchó un cabezazo cruzado en un córner perfectamente botado por Matilla que Cobeño sólo pudo desviar con el cuerpo para atajarlo en segunda instancia.

Voluntariosos, aunque faltos de definición en los metros finales, los amarillos dispusieron de otra buena ocasión de la mano del delantero y goleador del equipo Marco Ruben, que a punto estuvo de cabecear tras un centro de Joan Tomás, pero el marcador ya no volvió a moverse.

La entrada de Ángel y Joan Tomás en el comienzo del segundo tiempo, más la posterior de Fofo, permitió que el conjunto amarillo se mostrase más combativo, con más creatividad a la hora de acercarse a la portería defendida por Cobeño, pero si en otras ocasiones el acierto ofensivo había salvado al equipo en los momentos decisivos, ayer no hubo fortuna en el remate, lo que propició que el filial del submarino, pese a intentarlo, no obtuvo recompensa a sus oportunidades.

La mayor experiencia del Rayo provocó que los madrileños supieran controlar el encuentro en los momentos clave, donde los amarillos apretaron el acelerador en busca del gol.