Quien tenga prisa que se espere. Carlos Fabra usó el sábado pasado una frase parecida cuando comunicó a los integrantes de la junta directiva provincial del PP que pretende agotar su mandato en el partido. Según dijo, tiene intención de mantener la presidencia orgánica hasta 2012 para tutelar el proceso de las elecciones generales.
Fabra mantuvo un encuentro en la sede provincial del PP antes del baño de masas que se dio en el Palau de Congressos de Castelló. En la reunión expuso a los presentes su plan de retirada por etapas. Agotará el mandato en la diputación pero no volverá a presentarse en las municipales de mayo 2011. El candidato a la presidencia de la institución-designado ya oficialmente- será Javier Moliner, quien tomará el mando del palacio provincial en caso de victoria electoral.
La cuadratura del círculo no se cerrará hasta 2012. El congreso del PP castellonense debería celebrarse a finales del año que viene, pero lo previsible es que todos los procesos se aplacen hasta después de las generales para no desviar el punto de mira del objetivo prioritario, que es llevar a Rajoy a la Moncloa. De forma que Carlos Fabra también supervisará la confección de las listas al Congreso y al Senado, así como la campaña electoral. Será después de los comicios de 2012 cuando deje la presidencia del partido y la ceda a Javier Moliner, que será investido en un congreso ordinario.
Caso judicial y cambios de criterio
La hoja de ruta del líder conservador está condicionada por el resultado de su proceso judicial. Y otro factor que hay que tener cuenta son los habituales vaivenes y cambios de criterio de Fabra, quien se mueve en muchas ocasiones por impulsos.
Si, como ha anunciado, mantiene la presidencia del PP hasta 2012, podrá garantizar el futuro político de su hija, Andrea Fabra, incluyéndola de nuevo en los puestos de salida de la lista al Congreso. Aunque en el partido valoran el trabajo de la diputada y ésta no tendría problemas para repetir sin su padre al frente del PP.
Bicefalia durante un año
Por otra parte, se producirá una situación inédita en los últimos 15 años, en que Fabra ha acaparado la presidencia de la diputación y la del PP provincial. En caso de triunfo electoral, habrá una bicefalia durante un año: Moliner presidirá la diputación y Fabra el partido.
