Los dinosaurios surgieron hace, aproximadamente, 230 millones de años, en el período Triásico, unos 20 millones después de que la extinción masiva del Pérmico-Triásico hiciera desaparecer un 95 por ciento de toda la vida en la Tierra. Ya en el siglo XXI cuesta creer que estos seres existieran, pero existieron. Y qué prueba más evidente que los hallazgos acaecidos en la provincia de Castelló. Morella y Cinctorres (Els Ports) son los municipios en los que más restos se han encontrado.

El último de ellos fue en noviembre, en el yacimiento de Anna, en Cinctorres. Allí se halló un fémur del grupo de dinosaurios saurópodo de la familia de los titanosauriformes correspondiente al Cretácico Inferior de hace 120 millones de años. Se trata de una familia caracterizada por tener cabezas pequeñas, cuellos y colas largas y patas gruesas.

Por lo general, estos dinosaurios tenían tendencia a agruparse en manadas o colonias, un hecho que ha sido corroborado por huellas fósiles y grandes zonas de nidificación descubiertas. Actualmente, el fémur puede verse en la exposición que la Conselleria de Cultura y la Fundación Blasco de Alagón tienen en el edificio cultural la Fábrica Giner de Morella. Además, todavía quedan pendientes varios estudios que permitirán determinar si se trata, en concreto, de un titanosaurio, una especie caracterizada por las placas óseas en su espalda.

En el año 2008, un grupo de paleontólogos ya descubrieron el yacimiento más importante de Europa, según informaron en su día fuentes oficiales de la Generalitat. En esta ocasión fue en tierras morellanas. Se trataba de otro saurópodo que vivió hace más de 120 millones de años. Por la posición en la que fue hallado el animal, gran parte de su estructura ósea estaba intacta, lo que favoreció que fuera uno de los descubrimientos más importantes de los últimos tiempos. El hallazgo fue resultado de varios trabajos arqueológicos llevados a cabo en Morella y Cinctorres que se iniciaron en el año 2005, momento en el que ya se hallaron restos de dinosaurios.

70 toneladas

Los fósiles encontrados fueron costillas de 2,4 metros de longitud y vértebras de 1,4 metros cada una. Por estas dimensiones se calcula que el reptil podría pesar entre 40 y 70 tonelada. Cabe recordar que los expertos implicados en este hallazgo tuvieron que sortear obstáculos como el difícil acceso al yacimiento –circunstancias que también complicó el traslado de las piezas óseas– y la existencia de una roca de grandes dimensiones justo encima de los restos.

En 2003, la excavación en un antiguo yacimiento paleontológico –en el monte de Vallivana en Morella–, permitió descubrir la existencia de nuevas huellas de estos gigantes reptiles que vivieron en la comarca de Els Ports hace 125 millones de años. El primer aviso lo dieron dos jóvenes de Valencia cinco años antes cuando, durante un paseo, apreciaron unas marcas de animal de grandes dimensiones. Tras este apercibimiento, se puso en marcha un estudio más exhaustivo de la zona que dejaron al descubierto más de veinte nuevas icnitas. La existencia de una dinoturbación (una gran número de pisadas que se solapan) confirmaron que, tanto Morella como Cinctorres, fueron tierras frecuentadas por dinosaurios hace millones de años.

Esta excavación fue dirigida por el doctor Joaquín Moratalla del Instituto Geológico y Minero de España y el paleontólogo José Miguel Gasull, director de los trabajos paleontológicos de la mina de arcilla de la Parreta (Morella). Según los expertos, en esta ocasión se trataba de animales de la familia de los Terópodos, dinosaurios carnívoros, de tamaño mediano. Se estima que serían saurios de cinco metros de longitud y 1,5 metros de altura.

El yacimiento denominado El Canteret (Morella) es otro de los rincones de la comarca en los que también vivieron dinosaurio. Muestra de ello fue el hallazgo, en los años 80, de restos de un gran saurópodo, en su mayor parte pertenecientes al esqueleto apendicular. Al no encontrarse piezas repetidas, el estudio concluyó que se trataba de una única especie. Entre las novedades más apreciables destacó una lámina esternal, un elemento que cuenta con pocas posibilidades de ser hallado debido a su propia estructura, bastante frágil.

Todos estos hallazgos acaecidos en la provincia son una evidente muestra de que, en otra vida, en otro mundo muy lejano, Castelló fue tierra de dinosaurios.