El Juzgado de lo Mercantil de Castelló está entre los tres más saturados de trabajo del país, lo que da una idea de la cantidad de juicios y conflictos entre empresas que están llegando a este órgano judicial a causa de la crisis económica.

Así lo dijo ayer el presidente de la Audiencia Provincial de Castelló en un encuentro informal con los periodistas tras su reunión con la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, Pilar de la Oliva.

Los dos responsables judiciales se entrevistaron en la Ciudad de la Justicia de Castelló a las 11.30 para debatir sobre los problemas de los órganos jurisdiccionales.

"Cuando abrimos el de Mercantil no podíamos imaginar que nos llegaría una crisis como ésta. Nos ha llegado y ahora este juzgado es uno de los tres de España que más volumen de trabajo tiene", aseguró Domínguez.

Debido a esta saturación de papel, el titular del juzgado de lo Mercantil de Castelló ha solicitado a la sala de Gobierno un juez de apoyo adscrito para tratar de reducir la litispendencia. Concursos de acreedores, subastas e hipotecas inundan cada día este órgano judicial, donde la carga de trabajo alcanza el 156 por ciento.

En el último año, la administración de Justicia en Castelló ha visto cómo se incrementaba un 20 por ciento el número de expedientes. Numerosos juzgados están desbordados y los funcionarios se quejan de horarios interminables.

"Castellón, y en general todo el Levante español, es una zona con muchos emprendedores y empresas y esto demuestra un carácter impulsor e innovador en tiempos de bonanza. Sin embargo, en tiempos de crisis origina una gran litigiosidad en los juzgados que no se produce en otras comunidades autónomas como Castilla-León, por ejemplo", añadió el presidente.

Domínguez considera que el atasco judicial es un problema "que no viene de ahora", y los sucesivos Gobiernos que han pasado por Madrid no han sido capaces de resolver el problema.

La presidenta del TSJ, Pilar De la Oliva, visitó las nuevas instalaciones de la Ciudad de la Justicia de Castelló. "Todo está muy cambiado. Nuestros funcionarios están haciendo un gran esfuerzo y moralmente no podemos exigirles más", aseguró.