Las denuncias por caza ilegal con "parany" interpuestas por agentes ambientales de la Generalitat se han reducido en un 40% en 2011 y el número final es de 81 frente a las 130 del año 2010, según datos facilitados por la Asociación de Agentes Medioambientales de Castelló.

Las mismas fuentes precisaron que este descenso de sanciones se explica en primer lugar por la disminución del número de paranys "activos" -se ha pasado de casi 2.000 a alrededor de 1.000- y la reducción de las horas reales de caza, dado que la actividad se ha concentrado más en horario nocturno y en fines de semana o fiestas señaladas. Son varios los factores que explican esta contención de los cazadores castellonenses; y entre ellos destacan el miedo ante las sanciones económicas, el endurecimiento del Código Penal para la caza no selectiva y el llamamiento inédito de la Asociación de Paranyers de Castelló para que sus asociados no cazaran esta temporada, a la espera de una hipotética legalización futura por parte del Tribunal Constitucional.

Los agentes ambientales apuntan que el descenso de denuncias se debe también a la permisividad de las autoridades (tanto el Seprona de la Guardia Civil como la Conselleria de Medio Ambiente) y la falta de agentes ambientales (sólo 3) para vigilar los espacios naturales de toda la provincia y controlar 1.000 "paranys".