Más de 80 horas después de que se iniciase el incendio que ha quemado 75 hectáreas del parque natural de la Serra d'Espadà dos brigadas forestales continúan todavía refrescando la zona y controlando el terreno afectado en los términos municipales de Azuébar y Almedíjar sin que se haya dado por extinguido todavía el fuego.

Y es que, a pesar de que ya hace tres días que los bomberos dieran por controlado el incendio, éste no se ha podido dar todavía por extinguido. Dos brigadas continúan trabajando en la zona para impedir que se reactive después de que la Generalitat Valenciana decretara durante la mañana de ayer la alerta por preemergencia de riesgo de incendios por rachas de viento de hasta 100 kilómetros hora en el interior de la provincia.

Así lo confirmaron ayer desde el Centro de Coordinación de Emergencias desde donde se especificó que estaba previsto que ayer el incendio se diera por extinguido pero, finalmente, las condiciones meteorológicas y el protocolo en este tipo de casos hace que se tengan que asegurar al 100% de que no se reavive el fuego antes de darlo por extinguido.

El alcalde de Azuébar, Gerardo Miravete, visitó durante la jornada de ayer la zona afectada para conocer de primera mano los daños sufridos. Miravete ha apuntado que los técnicos estuvieron al día siguiente del incendio peinando la zona para recoger cualquier tipo de prueba y haciendo una reconstrucción de los hechos que demostraría que el incendio que comenzó el pasado 2 de enero sobre las 19 horas en la Serra d´Espadà fue provocado.

El fuego, afectó a un total de 75 hectáreas de los términos municipales de Azuébar y Almedíjar de los que el 80% fueron matorral y el 20% bosque de pino y alcornoque.

Un solo pirómano

Con respecto a la investigación, la Guardia Civil ha confirmado oficialmente la hipótesis principal que se lleva barajando desde el mismo día del inicio del fuego de que el incendio ha sido "intencionado", al parecer por un solo pirómano tras prender el monte de forma directa, lo que hizo que el fuego se extendiera rápidamente y, con el viento como aliado, pasara al término municipal de Almedíjar.

Así pues, el fuego tuvo que comenzar en término de Azuébar, en una zona escarpada dentro del Barranco de la Mosquera, prendió toda una ladera de la montaña y a través de un campo de olivos abandonado, debido a las fuertes rachas de viento, se extendió a Almedíjar salvando el corazón del barranco de la Mosquera, donde se encuentra el bosque mediterráneo de alcornoques más importante de la Comunitat Valenciana.